Con esta nueva proyección, el BM se suma a otros organismos internacionales que han elevado el pronóstico de la economía chilena, como ya lo hicieron la OCDE y el FMI. En tanto, a nivel global, los números del Banco Mundial estiman la mayor recuperación de una recesión en 80 años, gracias a las medidas de estímulo de Estados Unidos y una expansión más rápida de China [ACTUALIZADA]
El Banco Mundial elevó el martes su previsión de crecimiento mundial al 5,6% para 2021, y de Chile al 6,1%, y en el caso nacional la recuperación está asociada al proceso de vacunación, el mayor consumo impulsado por los retiros de fondos previsionales y un aumento en las exportaciones.
“Se prevé que la economía chilena crezca un 6,1% en 2021, ya que las vacunas se continúan aplicando a un ritmo robusto y el consumo privado se ve impulsado por los retiros de fondos de pensiones permitidas durante la pandemia», lo que va de la mano a que «el crecimiento de las exportaciones mejorará gracias al aumento de la demanda en economías avanzadas y China», sostiene el informe del organismo.
Con esta nueva proyección, el BM se suma a otros organismos internacionales que han elevado el pronóstico de la economía chilena, como ya lo hicieron la OCDE y el FMI. Además, para 2022, el Banco Mundial anticipa un alza de 3,0% en el crecimiento de Chile, y de 2,5% para 2023.
A nivel global, los números del Banco Mundial estiman la mayor recuperación de una recesión en 80 años, gracias a las medidas de estímulo de Estados Unidos y una expansión más rápida de China, pero frenado por un acceso «muy desigual» a las vacunas COVID-19.
El último informe de Perspectivas Económicas Mundiales de la entidad mostró un aumento de 1,5 puntos porcentuales respecto a las previsiones realizadas en enero, antes de que Joe Biden asumiera la presidencia de Estados Unidos y promulgara un paquete de ayuda de 1,9 billones de dólares por el COVID-19.
Desde entonces, las vacunas se han distribuido mucho más en Estados Unidos y en algunos otros países ricos, lo que ha impulsado su producción, mientras que las previsiones se quedan cortas para las naciones emergentes y de bajos ingresos.
«Esta recuperación es desigual y refleja en gran medida los fuertes repuntes en algunas de las principales economías -sobre todo Estados Unidos, debido al importante apoyo fiscal- en medio de un acceso muy desigual a las vacunas», señaló el Banco Mundial en el informe.
Muchas economías emergentes y en desarrollo están experimentando un elevado número de casos de COVID-19, obstáculos a la vacunación y el retiro de las medidas de ayuda, según el banco.
Para 2022, esto dejará a la economía mundial un 2% por debajo de las previsiones anteriores a la pandemia, mientras que alrededor de dos tercios de las economías emergentes aún no habrán recuperado las pérdidas de ingresos per cápita del año pasado.
Si se acelera la distribución de las vacunas a los países en desarrollo, el crecimiento del PIB mundial en 2022, actualmente previsto en el 4,3%, podría llegar al 5%, dijo Ayhan Kose, economista del Banco Mundial.
La previsión de crecimiento del Banco Mundial para Estados Unidos en 2021 aumentó al 6,8%, su ritmo más rápido desde 1984, debido a un apoyo económico que el banco describió como «sin precedentes en tiempos de paz».
La previsión para la zona euro se elevó en 0,6 puntos porcentuales al 4,2%, mientras que la de China subió en 0,6 puntos porcentuales al 8,5%.
El Banco Mundial espera que los mercados emergentes, excluyendo a China, crezcan un 4,4% en 2021, previsión que se elevó en un punto porcentual desde enero.
El informe del Banco Mundial también señala los riesgos asociados a las crecientes presiones inflacionarias que añadirán alrededor de un punto porcentual a la inflación mundial en 2021. Afirmó que la desaceleración de la inflación del año pasado fue la «más tenue y de menor duración de cualquiera de las cinco recesiones mundiales de los últimos 50 años».
El informe señala que la preocupación del mercado por la inflación podría elevar los costos de los préstamos en los mercados emergentes y en los países de bajos ingresos, que también se ven más afectados por la inflación a corto plazo debido al aumento de los costos de los alimentos.