Si bien algunos de los analistas consultados por la agencia de noticias estadounidense mostraron su preocupación por la depreciación que vive el peso chileno frente al dólar, otros afirmaron que se podría tratar de una «gran venta masiva, colapso del mercado cambiario sin precedentes, pero tal vez no una crisis». De todas formas, destacaron que los responsables de política monetaria chilenos comenzaron a subir las tasas antes que la mayoría de las demás naciones, y afirmaron que los inversionistas también están siguiendo de cerca el plebiscito del 4 de septiembre en el que se votará una nueva Constitución que, de aprobarse, según plantea Bank of America, traerá «riesgos sustanciales para la economía».
«El desplome del peso chileno está alcanzando proporciones de crisis, dañando la reputación de un país que alguna vez se promocionó como un faro de luz en medio de los turbios mercados emergentes». Así parte el análisis de Bloomberg sobre la estrepitosa caída de la moneda local frente al dólar.
El reporte de la agencia de noticias estadounidense fue publicado antes que el Banco Central de Chile anunciara un programa de intervención cambiaria y una provisión preventiva de liquidez en dólares al mercado, por un monto de hasta US$ 25 mil millones, a partir del próximo lunes 18 de julio hasta el 30 de septiembre de 2022.
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Bloomberg recalca que desde principios de junio el peso chileno ha perdido más de una quinta parte de su valor, alcanzando mínimos históricos, «bajo la fortaleza de la moneda estadounidense, el debilitamiento de los precios del cobre y las preocupaciones por la redacción de la nueva Constitución».
Cabe mencionar que el peso chileno cayó un 4% este jueves, un día después de que el Banco Central subiera la tasa de interés al nivel más alto desde 1998.
“Chile atraviesa una crisis monetaria en toda regla”, afirmó a la compañía con sede en Nueva York Álvaro Vivanco, director de estrategia de mercados emergentes de NatWest Markets. Y agregó: “El Banco Central estaba preocupado por el crecimiento, una crisis cambiaria es lo peor para el crecimiento”.
Por otro lado, Felipe Hernández de Bloomberg Economics precisó que “el Banco Central dice que la liquidez y las condiciones del mercado, a pesar de la rápida y significativa depreciación, han sido normales, por lo que no ve evidencia de que esto pueda ser una crisis”. Y añadió: “Gran venta masiva, colapso del mercado cambiario sin precedentes, pero tal vez no una crisis”.
De todas formas la agencia de noticias apunta a que los responsables de política monetaria chilenos comenzaron a subir las tasas antes que la mayoría de las demás naciones, elevando los costos de endeudamiento en 9,25 puntos porcentuales en el último año. De hecho, señalan que el miércoles subieron la tasa en 75 puntos básicos y advirtieron sobre futuros aumentos, descartando los comentarios sobre la desaceleración del ritmo del ajuste monetario.
“No solo no pudieron reducir el ritmo de las alzas, sino que también tuvieron que enviar una señal de que elevarían más”, comentó Erick Martínez, estratega de Barclays, que recientemente publicó un estudio que señala que el amplio déficit de cuenta corriente de Chile lo deja en la peor posición entre los mercados emergentes para soportar importantes salidas de cartera. “Al final, ya ha tenido un impacto en la política monetaria”.
Bloomberg enfatiza que a medida que sube la tasa de interés la inflación ha seguido acelerándose, alcanzando el 12,5% en junio, su ritmo más rápido desde 1994, y sin signos de desaceleración al objetivo del 3 % en el corto plazo.
Y sostiene que los inversionistas también están siguiendo de cerca el plebiscito del 4 de septiembre en el que los chilenos votarán una nueva Constitución que, de aprobarse, plantea «riesgos sustanciales para la economía, incluidos riesgos de inversión, instituciones más débiles y un papel más importante del Estado en la economía», de acuerdo con Bank of America.
“Parte de la presión sobre el mercado de divisas se deriva de los altos niveles de incertidumbre política, y contra eso no hay mucho que el banco central pueda hacer”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, quien también agregó que la reciente caída del peso no es una crisis monetaria.
Lo mismo opinó Phillip Torres, inversionista de Aegeon Asset Management. En episodios recientes en Turquía y Argentina, por ejemplo, los bancos centrales se han quedado sin dinero para apuntalar sus monedas, dijo. Las reservas internacionales de Chile han caído a US$45.800 millones desde un máximo de US$55.000 millones en octubre, pero siguen siendo sólidas.
“El Banco Central está diciendo que no debería intervenir porque la caída del peso se debe en gran medida a factores externos”, reiteró. Y cerró: “Su falta de acción está pensada, no es por omisión”.