Jorge Rojas, economista y académico de la UNAB, plantea que, si no se implementan retiros de fondos previsionales, si el precio del cobre se estabiliza y el riesgo país no aumenta, entonces es muy posible que se cumplan las condiciones para volver a niveles de inflación del 3% durante la primera mitad de 2024, tal como adelantó el jefe de la billetera fiscal. Nataly Venegas, analista de mercados de FXGlobe, explica que el hecho de que la inflación vaya a la baja en el año 2023 se debe a todas las alzas de tasas que hubo en el 2022 y recalca que, si el tipo de cambio en Chile sigue en retroceso, ayudará mucho más. En tanto, el profesor de Ingeniería Comercial de la U. Finis Terrae, Pavel Gómez, confirma que hay varias señales y características institucionales que apuntan a una reducción relevante de la inflación, destacando, eso sí, que la convergencia hacia la meta del próximo año no está libre de amenazas y dificultades.
Chile registró una inflación del 12,8% en 2022, muy por encima del rango del Banco Central y en el nivel más alto en tres décadas, después de que en diciembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fuera de 0,3%, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Un calmante lanzó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, al plantear que hubo varios factores –como el alza del dólar y la guerra en Ucrania– que contribuyeron a presionar la inflación al alza durante el año pasado, pero que «lo que ahora estamos viendo es que esos factores se están moviendo en la dirección opuesta». El jefe de la billetera fiscal explicó –en una entrevista televisiva– que el consumo ha venido cayendo durante varios meses y, por otra parte, los precios de materias primas están de vuelta a donde estaban hace un año. Marcel manifestó que todo eso va a contribuir a bajar la inflación y un buen ejemplo al respecto es que ya hemos tenido varias semanas seguidas de bajas en el precio de los combustibles, algo que «va a seguir ocurriendo», señaló.
El pronóstico del titular de Hacienda es compartido por expertos y académicos que señalan que, efectivamente, la inflación va en retirada, siempre y cuando el gasto público sea responsable y esté bien focalizado, aunque el presente año será el complicado.
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Jorge Rojas, economista y académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), asegura que los dichos del ministro Marcel –quien además sostuvo que la inflación volverá al 3% en la primera mitad del 2024– son «una conjetura razonable, dadas las expectativas que se tienen para el año 2023». El experto dice a El Mostrador que ya hemos observado y experimentado los primeros indicios de la desaceleración económica del país, reflejada en los datos del Imacec con las caídas consecutivas en los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2022. Por tanto –añade– se espera que durante el primer semestre de 2023 se sienta con mayor intensidad la recesión económica y que luego la situación se estabilice de cara a 2024.
«Esto implica que los ingresos de los hogares tenderán a disminuir y, por lo tanto, la presión sobre el nivel general de precios. De este modo, es razonable esperar que con la política monetaria restrictiva del Banco Central (BC) y el comportamiento de la economía durante 2023, se vuelva al rango objetivo del BC en 2024», sentencia Rojas.
No obstante, agrega el académico de la UNAB, existen algunos riesgos inflacionarios para el año en curso y que se relacionan con el nivel de focalización de las ayudas ofrecidas por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric: «El comportamiento parlamentario respecto de posibles retiros desde los fondos previsionales y la magnitud de la desaceleración mundial que podría impactar en el precio del cobre y, consecuentemente, en el precio del dólar».
De todas formas, el profesor Rojas estima que, si las políticas de ayuda están bien focalizadas, si no se implementan retiros de fondos previsionales, si el precio del cobre se estabiliza y el riesgo país no aumenta, entonces es muy posible que se cumplan las condiciones para volver a niveles de inflación del 3%.
Nataly Venegas, analista de mercados de FXGlobe, explica que el hecho de que la inflación vaya a la baja en el año 2023 se debe a todas las alzas de tasas que hubo en el 2022. «El objetivo para este año de la inflación es hacia un 7.3%, por lo que podríamos ver al Banco Central generar subidas más graduales durante este año», comenta, junto con poner énfasis en el tipo de cambio.
Venegas recalca que, si el tipo de cambio en Chile sigue en retroceso, ayudará mucho más, ya que los bienes de consumo y productos de la canasta básica son todos importados, «por lo que un retroceso en el dólar también contribuye a una baja en la inflación».
El profesor de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Finis Terrae, Pavel Gómez, confirma que en Chile hay varias señales y características institucionales que apuntan a una reducción relevante de la inflación:
«Todo esto apunta a una reducción relevante del ritmo de crecimiento de los precios en los próximos meses», recalca el académico de la Finis Terrae, apuntando también a los posibles riesgos. A juicio del profesor Gómez, la convergencia hacia la meta de 3% en 2024 no está libre de amenazas y dificultades:
Cabe mencionar que el ministro Mario Marcel ha sido un gran detractor de los retiros de fondos previsionales, específicamente del llamado «autopréstamo» de las AFP. En línea con su perspectiva, la Comisión de Constitución de la Cámara rechazó las tres mociones refundidas sobre el tema, incluso con el apoyo de la alianza oficialista, pero ahora se pasa a Sala y es ahí donde estarían los potenciales problemas.
La semana pasada, Marcel advirtió que los autopréstamos tendrían “efectos catastróficos” en el mercado de capitales.
Según adelantó El Mostrador Semanal, de cumplirse ciertos votos en Sala y plazos, el proyecto podría estar listo para votarse en marzo y, en tal sentido, algunos legisladores oficialistas ya advirtieron a La Moneda que no están dispuestos a pagar los costos políticos por oponerse a una iniciativa popular y además justo en marzo, cuando las familias podrían estar sufriendo el impacto más duro de la recesión en medio de un mes en que hay gastos extras relacionados con la vuelta a clases y otros.
Ipsos hizo una dura proyección, en su más reciente informe “Monitor de Inflación Global”, tras encuestar a 24.471 personas en 36 países, con el fin de identificar cómo evalúan su situación financiera en la actualidad. En el caso de Chile, los resultados arrojados muestran una visión más pesimista.
Pensando en el 2023, un 73% de los chilenos encuestados piensa que habrá un aumento de la inflación, mientras un 76% espera lo mismo para la tasa de interés. Además, 75% cree que aumentará el desempleo, ubicando a Chile en el tercer lugar del ranking global para este indicador.
Respecto de la perspectiva del aumento de la inflación, el país está por sobre el promedio mundial (69%) y en el cuarto lugar de Latinoamérica, por detrás de Argentina (80%), Colombia (75%) y México (74%)
Expertos consultados por el Banco Central prevén que la inflación se modere hasta el 5 % en 2023 y que, si bien la economía se contraerá punto y medio este año, el PIB chileno volverá a crecer en 2024 y 2025 con subidas levemente superiores al 2 %.
Así lo señala la Encuesta de Expectativas Económicas que publicó este martes el ente emisor y que reúne la opinión de más de 40 expertos sobre el futuro de la economía chilena.
La inflación descenderá a partir de este año, según los expertos consultados, situándose en el 3,3 % interanual en 2024 y en un 3,0 % en 2025.
Chile cerró 2022 con una inflación interanual del 12,8 %, la más alta en 30 años, con un mayor impacto en alimentos y bebidas no alcohólicas, que en diciembre siguieron liderando el alza de los precios, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La economía chilena retrocederá en 2023 en un 1,5 %, según los encuestados, lo que coincide con la previsión que hizo el instituto emisor chileno en diciembre sobre una recesión de hasta 1,75% en los próximos 12 meses.
No obstante, los expertos creen que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile volverá a la senda del crecimiento en los próximos años, con aumentos levemente superiores a un 2 % en 2024 y 2025.
La estabilización de la economía chilena se reflejará –en opinión de los encuestados– en una rebaja de la tasa de interés fijada por el Banco Central para retener la inflación: el emisor chileno mantendrá la tasa en el 11,25 % actual en la próxima reunión, el mayor nivel desde 2001, pero recortará la cifra en subsiguientes revisiones hasta bajar el umbral del 5 % en dos años.