El Mostrador Semanal debutó en el mundo de los eventos en vivo con una cumbre en el Teatro C. Fue una conversación sobre democracia, sustentabilidad y desarrollo económico, ámbitos que son atravesados por una revolución digital y cultural que obliga a las empresas a innovar, adaptarse o morir. Participaron altos ejecutivos de Entel, CAP, CMPC, Mercado Pago y la CAF, además del exministro del Medio Ambiente de Bachelet II, Marcelo Mena. Todos coincidieron en que el desafío es aceptar la aceleración de la revolución tecnológica y los cambios culturales, y ser capaces de ayudar a sus trabajadores y clientes a aprovechar las oportunidades que estos cambios ofrecen. Se habló, además, de la necesidad de recuperar la legitimidad y la confianza ante una sociedad que está cambiando a la velocidad de la luz.
«Navegar en tiempos de cambio», esa fue la consigna de la Cumbre de El Mostrador Semanal, que tuvo lugar este martes en el Teatro C de Vitacura y que representó la entrada de El Mostrador al mundo de los eventos en vivo.
Si bien puede sonar a frase cliché –tal como señaló el propio Iván Weissman, que moderó el distendido conversatorio–, lo cierto es que tanto la democracia como la economía viven transformaciones a medida que surcan la revolución digital y social, que llegó para cambiar no solo la forma de trabajar, sino además cómo nos relacionamos con la tecnología, el dinero y la forma en que producimos, teniendo al desarrollo y la sustentabilidad como telón de fondo.
Además, el inevitable desarrollo de la inteligencia artificial (IA) acelera esta metamorfosis casi obligada que viven tanto las empresas del rubro de las telecomunicaciones como las compañías que juegan un rol fundamental en las compras online y en la minería, no sin nuevos riesgos que enfrentar. Por eso, Antonio Moreno, líder de Entel Ocean; Teresa Ripamonti, senior manager de Mercado Pago; y Stefan Franken, gerente de Asuntos Corporativos, sostenibilidad y legal de CAP; abordaron lo que ha significado para sus respectivos sectores haber zarpado rumbo a la digitalización, dejando atrás las estructuras físicas, en busca de nuevos talentos y con miras a ser más amigables con el medio ambiente.
Así, mientras Entel pasa de los fierros a los servicios, Mercado Pago innova junto a la digitalización de las billeteras, y la CAP se enfoca en la descarbonización de sus operaciones. Con estos desafíos a la vista, los ejecutivos de las tres compañías apuntaron a la búsqueda y la retención de talentos en puestos de trabajo cada vez más allegados a la virtualidad. Para Antonio Moreno, eso sí, más que retener, el objetivo es generar un «flujo de talentos», vale decir, cómo la empresa es capaz de producir nuevos puestos de trabajo que se adapten a la aparición de nuevas tecnologías. En ese sentido, por ejemplo, valoró que exista una gran cantidad de personas trabajando de manera remota, algo que también motiva la búsqueda de talentos en Chile y en el extranjero. El desafío –añadió el gerente de Entel Ocean– es adelantarse a los fallos y adoptar tecnologías para ayudar a sus clientes al ritmo que se necesita. Para esto, «es vital el talento chileno que también tiene oportunidades fuera del país».
La visión de Teresa Ripamonti, en tanto, tiene que ver con la organización, pues la suya es una plataforma que «nació digital». Por ello, el desafío es ir a la par de la innovación. A su juicio, «todo es un experimento y toda la organización lo entiende así», ya que «no somos retail, somos una plataforma tecnológica y culturalmente nos constituimos como empresa tecnológica», señaló.
La senior manager de Mercado Pago enfatizó que también buscan personas de distintas formaciones profesionales, no solo ligadas a la parte técnica. «El talento es la clave», concordaron los presentes. Ripamonti precisó que se debe «emprender tomando riesgos» y que «hay ventajas y desventajas, pero el aprendizaje no se pierde».
Por su parte, Stephan Franken, pese a que es difícil imaginar mineros teletrabajando –por ahora–, aunque es posible en la parte administrativa, aseguró que el rubro siderúrgico no se queda atrás. Sostuvo que el desafío es lograr «montarse» en la innovación, con miras a la descarbonización de sus procesos, lo que incluye un fuerte componente tecnológico para lograr producir «hierro verde», «acero verde» y luego hidrógeno verde. «Si no lo logramos, no podremos subsistir a futuro. Y la sostenibilidad es clave», sentenció.
El gerente de asuntos corporativos, sostenibilidad y legal de CAP, mencionó que su aspiración también es «ir más allá de las exigencias legales», o sea, no esperar la presión de la leyes para innovar. «Buscamos generar bienestar en el lugar donde estamos y nuestro desafío es recuperar la legitimidad», manifestó.
Ese fue el foco del segundo panel, en el que participaron Guillermo Turner, gerente de Asuntos Públicos de CMPC; Marcelo Mena, CEO de Global Methane Hub y exministro del Medio Ambiente de Bachelet II; y Julián Suárez, VP de la CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina, y nuevo representante de la organización en Chile. Mena y Turner coincidieron en que existe una falta de confianza en los procesos y pocas ganas de entablar las conversaciones difíciles que hay que tener para avanzar con un nuevo modelo de desarrollo que tenga en el centro la sustentabilidad.
“La legitimidad de las empresas no solo depende de las empresas. Es el sistema completo el que tiene que recuperar su legitimidad. Y eso incluye el sistema político. Estamos viviendo una crisis de confianza”, afirmó Turner. Pero hizo hincapié en que CMPC tiene que hacerse cargo de su impacto ambiental y en las comunidades y, al respecto, puntualizó que la empresa “quiere ser un factor de desarrollo en los lugares en que operamos”.
Por su parte, Mena coincidió en que no hay confianza en los procesos que rigen la institucionalidad ambiental, a la vez que sugirió eliminar burocracias y acelerar decisiones.
Finalmente, el vicepresidente de la CAF afirmó que el objetivo del banco es ser un actor protagónico de la revolución verde en América Latina. Asimismo, reveló que en Chile van a apoyar la agenda de regionalización y que los criterios para otorgar financiamiento tienen como prioridad la factibilidad social y ambiental de los proyectos.