MERCADOS
Créditos: Agencia Uno
Despidos por necesidades de la empresa alcanzan cifra récord en marzo, llegando a 43.516, según la Dirección del Trabajo. El debilitamiento de la actividad económica y la reducción en la producción de bienes y servicios son factores clave. Algunos expertos advierten sobre el deterioro del mercado laboral y posible el aumento de desvinculaciones que se proyectan todavía.
De acuerdo a los registros de la Dirección del Trabajo, en marzo, los despidos que presentaron esa justificación ascendieron a 43.516, el mayor número alcanzado desde el 2020. Entre las razones que explican este fenómeno, se producen menos bienes y servicios, lo que implica menores requerimientos de contar con personal, según Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales.
El Imacec en marzo mostró el debilitamiento de la actividad económica, más de lo que se esperaba (-2,1%). La cifra se resintió en el empleo formal y se tradujo en el aumento de despidos por necesidades de la empresa, un número que sigue subiendo.
Según consignó el diario El Mercurio a través de los datos de la Dirección del Trabajo, fueron 43.526 empleados que fueron despedidos por necesidades de la empresa. En términos comparativos, significa un alza del 26,2% en un año. Es el mayor número desde el 2020. Un dato que ayuda a la perspectiva, el total de finiquitos registrados en marzo ante la Dirección del Trabajo, el 46% se dio en la Región Metropolitana, seguida por Biobío con un 8,13% y luego Valparaíso con un 6,05%.
Juan Bravo le dijo al medio impreso que “el incremento de los despidos por necesidades de la empresa ha ido de la mano con el debilitamiento de la actividad económica. Hay que considerar que en el cuarto trimestre del 2022 la economía chilena experimentó una contracción anual del PIB de 2,3% y que durante el primer trimestre del 2023 la actividad económica se contrajo un 0,6% anual, lo que implica que se cumplen 2 trimestres consecutivos de caída y, por ende, que se están produciendo menos bienes y servicios que hace un año”.
Además, explica que “esto implica menores necesidades de contar con personal y en esas circunstancias, no es extraño que diversos indicadores de mercado laboral exhiban un profundo deterioro, incluido un aumento de las diversas desvinculaciones por necesidades de la empresa. Esto está alineado con el debilitamiento del mercado laboral que muestran las cifras del INE y los registros administrativos de cotizantes dependientes de AFP y cotizantes del Seguro de Cesantía”.
Tras ser consultado, el economista de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, quien además fue subsecretario de economía, dijo que “la tasa de participación laboral en el primer trimestre del año fue del 61%, lo que es 1,5 puntos porcentuales más bajo que en igual periodo del 2020”.
En ese sentido, agrega que “si hoy tuviéramos la tasa de participación de ese momento, el desempleo sería del 10,9% en lugar del 8,8% reportado”. Esto, según Flores, “dado que muchas personas están volviendo al mercado del trabajo debido a la recesión, el último guarismo da cuenta del desempleo al que podríamos llegar”.
