Según informó el ente emisor, los mercados financieros globales reflejan una menor aversión al riesgo, mientras que la economía chilena muestra una evolución acorde a lo esperado, con una inflación que, aunque disminuye, aún se mantiene alta. El Banco Central proyecta que la inflación convergerá hacia su meta del 3% en 2024, pero seguirá monitoreando de cerca la situación. En este contexto, por decisión unánime, los consejeros del organismo acordaron reducir la tasa de interés hasta 9,5%. El emisor abordó también la reciente alza del dólar y las mejores cifras que ha mostrado la actividad local.
En su última Reunión de Política Monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile tomó la decisión unánime de reducir la tasa de interés de política monetaria en 75 puntos base, estableciéndola en un 9,5%. Esta medida se ha adoptado en un contexto económico global caracterizado por la disminución de la inflación a nivel mundial, aunque con perspectivas y políticas monetarias divergentes entre países.
Se trata de la segunda bajada desde el pasado octubre, cuando la elevó a su mayor nivel desde 2001.
Según detalló el emisor en un comunicado, en las economías desarrolladas se prevé que la política monetaria se mantendrá restrictiva durante un período prolongado, mientras que varias economías emergentes han comenzado o están por iniciar un ciclo de recortes de tasas. Además, las perspectivas de crecimiento mundial para este año y el próximo continúan siendo débiles, lo que limita el impulso externo que puede recibir la economía chilena.
De acuerdo a la información que maneja del Banco Central, los mercados financieros globales también reflejan un menor apetito por el riesgo, debido a eventos como la rebaja de la calificación de la deuda soberana en Estados Unidos y la incertidumbre sobre el desempeño económico de China. Asimismo, el dólar se ha fortalecido, las tasas de largo plazo han aumentado y las bolsas han experimentado caídas. En cuanto a las materias primas, los precios han tenido movimientos mixtos, destacando los vaivenes del cobre, el aumento del petróleo y la caída de los cereales.
En el ámbito local, el Central revela que el peso chileno se ha depreciado frente al dólar, influenciado por cambios en las tasas de interés externas y la mayor aversión al riesgo en los mercados globales. A pesar de esto, las tasas de interés de largo plazo han tenido aumentos moderados, y el índice IPSA ha registrado una reducción en las ganancias acumuladas previamente. El crecimiento del crédito sigue siendo limitado, en línea con la política monetaria.
En términos generales, la actividad económica y la demanda se están desarrollando según lo previsto. En el segundo trimestre, el Producto Interno Bruto no minero disminuyó un 0,5% en comparación con el trimestre anterior, mientras que el consumo privado se estabilizó y la inversión mostró un bajo desempeño, con una mejora en el segmento de maquinaria y equipos. El déficit acumulado de la cuenta corriente continuó reduciéndose. El indicador Imacec de julio presentó un desempeño más positivo (+1,8% anual; +0,3% mensual desestacionalizado), aunque influido principalmente por factores temporales en la generación eléctrica y los servicios personales, entre otros.
En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo aumentó al 8,8% en el trimestre móvil terminado en julio, debido a un incremento en la participación laboral y efectos estacionales en el empleo. Sin embargo, las remuneraciones reales anuales están en proceso de recuperación después de una contracción en trimestres anteriores. Las percepciones de la economía por parte de hogares y empresas muestran una ligera mejoría en lo que va del año.
En cuanto a la inflación, aunque ha continuado disminuyendo, los niveles siguen siendo elevados. En julio, la inflación total descendió al 6,5% y la inflación subyacente cayó al 8,5% anual. La reducción se atribuye a la disminución de la inflación subyacente de bienes y componentes volátiles, mientras que la inflación de servicios ha disminuido más lentamente. Las expectativas de inflación a dos años plazo se mantienen en un 3%.
El Banco Central de Chile proyecta que la inflación convergerá hacia la meta del 3% en la segunda mitad de 2024, y la tasa de interés seguirá la trayectoria delineada en la reunión previa, con flexibilidad para ajustarla según la evolución del escenario macroeconómico y sus implicaciones para la inflación.
La próxima reunión de política monetaria se llevará a cabo en octubre, y se espera que el Banco Central continúe monitoreando de cerca la situación económica tanto a nivel local como global.
El anuncio se da ad portas de que mañana el emisor dé a conocer el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre.