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Según el informe de Gemines, este retroceso se atribuye principalmente a un deterioro en el ámbito político-institucional.
Desde 2015, Chile ha experimentado un estancamiento económico que ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional.
Según el informe de Gemines, este retroceso se atribuye principalmente a un deterioro en el ámbito político-institucional. La elaboración de una nueva constitución se presenta como una oportunidad clave para desbloquear este proceso, como se destaca en el informe, “La redacción de una nueva constitución es una gran oportunidad para desentrampar el proceso”. Asimismo, a nivel técnico, existe consenso en la necesidad de implementar cambios profundos, incluyendo una modernización del sistema electoral y del Estado.
El bajo crecimiento económico ha llevado a Chile a quedar rezagado respecto al promedio mundial, obstaculizando la convergencia hacia niveles propios de una economía desarrollada. Este escenario ha generado frustración en la población al no ver materializadas las expectativas de mejora en la calidad de vida. El informe subraya que el deterioro institucional es una de las causas principales de esta situación, con una notoria dificultad para construir acuerdos políticos que impulsen reformas esenciales. La multiplicidad de posturas en el espectro político, exacerbada por cambios en el sistema electoral, ha fragmentado el panorama político con más de 20 partidos en el congreso.
A corto plazo, la aprobación de una nueva constitución se presenta como una ventana de oportunidad para revertir esta tendencia. Esta reforma deberá abordar los problemas fundamentales que han afectado al sistema político y al funcionamiento del Estado. Sin embargo, esto es solo el primer paso. Según el informe, “sería una condición necesaria pero no suficiente para lograr despertar nuevamente el crecimiento económico”. A nivel técnico, existe consenso en la necesidad de un gran pacto fiscal que promueva la estabilidad y eficiencia a largo plazo.
Para revitalizar el crecimiento, es crucial incrementar la inversión interna y reducir la dependencia del ahorro externo. La necesidad de reformar el sistema previsional para estimular el ahorro privado es una prioridad destacada. Además, el informe subraya la importancia de una regionalización ordenada y de una educación de calidad que promueva la formación continua y el vínculo con el sector productivo.
“El desafío está planteado y las soluciones técnicas son compartidas, pero se requiere liderazgo político y acuerdos para materializarlas. La oportunidad para reactivar la economía chilena está a la vuelta de la esquina, pero queda por verse si se logrará capitalizarla plenamente. En última instancia, el futuro económico de Chile está en manos de las decisiones y acciones que se tomen en los próximos meses”, se concluye.
