El controlador de Primus, Raimundo Valenzuela encargó un informe al académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, Werner Kristjanpoller, para defenderse. Sin embargo, los abogados de Coeymans, encabezados por Juan Domingo Acosta, criticaron dicho informe, calificándolo como “poco serio”.
El caso Primus Capital sumará un nuevo capítulo el próximo martes 27 de febrero. Ese día, el Cuarto Juzgado de Garantía citó a audiencia de formalización a los exejecutivos del factoring, Francisco Coeymans e Ignacio Amenábar, así como a Marcelo Rivadeneira, quien fue acusado por la firma como miembro de un esquema defraudatorio.
La historia, eso sí, data desde hace meses. Todo comenzó con un reportaje de 24 Horas, en donde el controlador –empresario vitivinícola y experto en operaciones bursátiles– Raimundo “Paila” Valenzuela, junto con el vicepresidente del factoring, Eduardo Guerrero –vinculado políticamente a José Antonio Kast–, enfrentaron a su línea gerencial, acusando a sus miembros de impulsar un esquema de defraudación mediante cheques falsos, que hacía imposible cobrar las millonarias deudas que adquirió un grupo de empresarios al que apodaron “la banda”, a través de cuestionadas operaciones por varios miles de millones de pesos.
Coeymans y compañía, sin embargo, denunciaron que -como reveló El Mostrador– Valenzuela y Guerrero conocían y autorizaron todas las operaciones cuestionadas, lo que fue negado en reiteradas ocasiones por el primero.
De hecho, para comprobar que no sabía del tema, este encargó un informe al académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, Werner Kristjanpoller, para defenderse, el cual fie incorpor. Sin embargo, los abogados de Coeymans, encabezados por Juan Domingo Acosta, criticaron dicho informe, calificándolo como “poco serio”, debido a que “está mal elaborado, adoleciendo de serias contradicciones y lo vamos a demostrar con mucha claridad cuando corresponda en sede judicial”.
A juicio de Acosta y del abogado Alberto Aguilera, el documento “carece absolutamente de objetividad, ya que es un informe pagado por Primus: Raimundo Valenzuela y Eduardo Guerrero. En segundo lugar, este no es un informe de la Universidad Santa María, sino de un académico de dicha universidad, representando la opinión de un particular y no de dicha de estudios”.
“El informe además solo muestra suma de giros a cuentas corrientes, pero no entrega la justificación de cada giro. Detrás de los giros hay operaciones, clientes, negocios también entre particulares, inversiones, préstamos. Solo muestra interacciones entre las cuentas corrientes escogidas arbitrariamente para ser analizadas y no entrega los flujos de pagos de terceros diferentes a esas cuentas que pagaron sus operaciones a Primus cómo deudores. Está mal conceptuado y hecho por alguien sin conocimiento del negocio, pagado por Primus y que solo tiene la intención de desviar la atención y confundir a la Fiscalía y a la opinión pública, haciendo entrever que cada giro realizado por Primus corresponde a un giro irregular, siendo que cada giro realizado por Primus fue hecho en base a operaciones u otros conceptos cómo préstamos y remuneraciones”, agregan.
Ante ello, anunciaron que solicitarán “un metaperitaje al informe para demostrar que está mal realizado, tanto en el fondo como en la forma”.