Investigadores de renombre internacional abordaron en una jornada académica los desafíos del crecimiento verde, destacando la necesidad de “inversiones masivas”, medidas de los bancos centrales para medir impactos climáticos y adaptaciones en modelos de crecimiento, con ejemplos de Alemania y China.
¿Cuáles son los principales desafíos actuales del crecimiento verde en Chile y el mundo? Esta fue la interrogante que planteó la Universidad Diego Portales junto al Instituto Max Planck (Alemania) para realizar, el pasado 24 y 25 enero, una jornada de reflexión y debate académico en torno a los retos que existen para generar en los países un desarrollo sustentable y acorde a prácticas conscientes con el medio ambiente.
La jornada reunió a diferentes exponentes en el área, como la actual vicepresidenta del Banco Central, Stephany Griffith-Jones, el académico de la Universidad de Brown Mark Blyth y el director del Instituto Max Planck para el Estudio de las Sociedades, Lucio Baccaro, entre otros.
Baccaro, quien también es docente de la Universidad de Ginebra, dio inicio a la actividad refiriéndose al desarrollo económico como un factor esencial para avanzar hacia una transición verde. “El crecimiento es necesario para la sostenibilidad política de la transición verde, por eso necesitamos inversiones masivas”, sostuvo.
En esa línea, el investigador destacó que “la posición de los países en la economía política internacional es enormemente importante. Esta implica el espacio fiscal que tiene cada país, cuánto pueden gastar y, lo que es más importante, su capacidad de impulsar nuevas políticas macroeconómicas, nuevas políticas monetarias que puedan ser orientadas al medio ambiente”.
Griffith-Jones, quien recientemente fue electa como vicepresidenta del Banco Central, se refirió a las urgencias y necesidades de los bancos centrales a nivel global para impulsar acciones en torno al crecimiento verde, ejemplificando con las medidas que se han implementado en Chile.
“Uno de los desafíos inmediatos para los bancos centrales en el mundo tiene que ver con introducir modelos que midan los macro impactos, derivados tanto de los daños físicos relacionados con el cambio climático y la figuración ambiental, como del efecto de transición asociado a la mitigación”, señaló.
Asimismo, la economista destacó que actualmente existe “una especie de ‘nueva geografía económica’, nuevos países cuyos recursos son cruciales para la producción de, por ejemplo, los cereales, como la energía solar y eólica. El brillante potencial que tiene también el hidrógeno verde, así como el litio y el cobre, y otras materias primas, suponen una ventaja comparativa importante y válida en este ámbito. También estamos viendo un número cada vez mayor de países con costosos litigios y estrategias, leyes y políticas de adaptación”.
“En el caso del Banco Central en Chile”, añadió, “estamos tratando de incorporar las preocupaciones relacionadas al medio ambiente”.
La presentación cerró con las intervenciones de Mark Blyth, especialista en economía internacional y autor de destacados libros de política, quien respondió preguntas sobre los desafíos más importantes para avanzar hacia modelos de crecimiento verde. Para esto, el académico ejemplificó utilizando los casos de Alemania y China, cuyos modelos se han visto inmersos en esta transición.
“Si uno está en un país desarrollado que tiene un modelo de crecimiento definido, es un poco difícil cambiarlo. Sin embargo, eso es exactamente lo que estamos haciendo”, puntualizó.