La firma controlada por la estadounidense American Industrial Partners, uno de los principales actores del mercado de las bolas de acero para la molienda de mineral, dijo que podría verse obligada a buscar proveedores fuera de Chile, tras el anuncio de suspensión de operaciones de Huachipato.
En el contexto de la crisis del acero nacional frente a la competencia china, marcada por la suspensión de operaciones en Talcahuano de la Siderúrgica Huachipato, y mientras el Gobierno busca soluciones, Molycop, otro de los actores clave en la industria de las bolas de molienda en Chile, manifestó su preocupación ante las repercusiones de esta decisión.
“Lamentamos la decisión de CAP de suspender la operación de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH), porque esto afectará en forma directa a unos 3.000 trabajadores y sus familias, y tendrá un serio impacto en la economía de la región del Bío Bío”, afirmó el gerente general de MolyCop, Gustavo Alcázar, a través de un comunicado.
Cabe mencionar que Molycop junto a la Siderúrgica Huachipato hicieron la solicitud a la Comisión Antidistorsiones—donde integrantes del Gobierno tienen mayoría— para investigar el mercado del acero.
Y es que Molycop —firma controlada por el fondo de capital privado estadounidense American Industrial Partners— depende en gran medida de Huachipato como su principal proveedor de acero.
Ayer, Huachipato emitió un comunicado para valorar que dicha comisión haya identificado la existencia de “importantes irregularidades” en las importaciones de acero desde China, como también el esfuerzo de las autoridades. Sin embargo, lamentaron que las tasas definidas hayan sido menores a las solicitadas por la compañía, por lo que tomaron la decisión de suspender sus operaciones en Talcahuano, afectando a más de 20 mil trabajadores directos e indirectos.
Alcázar señaló que la medida también tendrá consecuencias en el encadenamiento productivo, especialmente en la producción de barras y bolas para molienda en Chile, aspecto que “tiene un alto valor estratégico que no estará disponible una vez que CSH detenga sus operaciones”.
“Molycop opera desde los territorios en donde tiene sus instalaciones con una política de compra que preferencia la adquisición local de insumos. Sin embargo, la decisión de CAP la obliga a recurrir a otros proveedores de calidad fuera de Chile, con el fin de mantener sus operaciones con normalidad”, añadió el ejecutivo de Molycop.
Finalmente, Alcázar, a la espera de la decisión que se tome tras una reunión entre el ministro de Economía Nicolás Grau y la siderúrgica Huachipato, aseguró que la empresa continuará atendiendo a sus clientes sin interrupción y manteniendo los estándares de excelencia que la caracterizan.
El Presidente Gabriel Boric abordó el tema, durante la inauguración de la planta desaladora de la mina de cobre Los Pelambres en la Región de Coquimbo —proyecto de Antofagasta Minerals, el brazo minero del grupo Luksic—.
El Mandatario indicó que la solución para resolver la crisis de Huachipato “es algo que va más allá de la voluntad o no del Gobierno porque tiene que ver con cuestiones internacionales”.
Sin embargo, “estamos poniendo todo el énfasis y estamos en diálogo con la empresa para poder evitar justamente el cierre de la misma”, añadió Boric, horas después de que el ministro de Economía, Nicolás Grau, se reuniera en Santiago con la compañía.
“Estamos de luto”, dijo a los medios el presidente del Sindicato N°1 de Trabajadores de Huachipato, Héctor Medina, quien aseguró que las sobretasas tienen que ser como mínimo del 25 % para las barras de acero y del 33 % para las bolas de acero para poder competir en igualdad de condiciones.
“La industria nacional hay que protegerla y Huachipato es una industria estratégica. Incluso para la seguridad nacional, es muy importante tener una siderúrgica. Los países desarrollados han actuado rápidamente contra el acero chino, nosotros nos hemos demorado”, reconoció por su parte Fernando Orellana, presidente del Sindicato N°2.
En las últimas dos décadas, China ha pasado de ser un gran importador de acero a uno de los principales productores del mundo, pasando de producir el 15 % del acero del mundo en 2000 al 54 % en 2023, según Alacero, la patronal que reúne a las grandes siderúrgicas latinoamericanas.
Pese a ser una compañía relativamente pequeña en el mercado mundial del acero, con una producción de un millón de toneladas anuales, la situación de Huachipato ha encendido las alarmas en la región, a donde llega parte del acero que el gigante asiático no puede colocar en su mercado debido a la desaceleración de su economía.
La Unión Europea y más de medio centenar de países, como Estados Unidos, México, Canadá, Brasil e India, han aplicado medidas antidumping en los últimos años para equilibrar las distorsiones provocadas en los mercados locales por el acero chino.
El Gobernador de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz Wörner, ha sostenido una serie de reuniones por el tema y manifestó su total preocupación por el futuro de la industria.
“Se había solicitado que hubiera salvaguardias de alrededor de un 25%, y el promedio de salvaguardias no alcanza, es de solo un 15%. Estamos en alerta porque tenemos la estabilidad de los más de 22.000 puestos de empleo que dependen de la cadena de valor que está vinculada a Huachipato”, señaló el gobernador tras reunirse con representantes de la Mesa Regional por la Defensa del Empleo.
Por su parte, el ministro de Economía, Nicolás Grau, detalló: “Nuestro plan en esta materia es encontrar en conjunto con la empresa, en las conversaciones que vamos a realizar hoy y probablemente durante los días que siguen, soluciones alternativas que nos permitan la continuidad operacional, es decir, que Huachipato pueda seguir funcionando de la forma que lo hace en la actualidad”.