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CNEP: “Chile está quedando atrás en cada uno de los factores que determinan la productividad” MERCADOS

CNEP: “Chile está quedando atrás en cada uno de los factores que determinan la productividad”

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El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), Rodrigo Krell explicó que la prosperidad de Chile dependerá de su capacidad para generar mejoras sustantivas en factores determinantes en la productividad.


En el encuentro empresarial de la región de O’Higgins, ENEO 2024, que congregó a cientos de asistentes, el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), Rodrigo Krell partió por explicar que la prosperidad de Chile dependerá de su capacidad para generar mejoras sustantivas en factores determinantes en la productividad: capital humano, tecnología e innovación, infraestructura, calidad instituciones y ambiente económico.

También, precisó que su impulso debe pensarse como un objetivo de largo plazo y que las políticas públicas deben concebirse con esa perspectiva.

Contextualizó que mientras el concepto de productividad a nivel general, se entiende como  la capacidad de transformar recursos en mejores resultados, a nivel personal, podría ser la cantidad de tareas resueltas en un día; a nivel de empresa, depende del sector; y a nivel país, se mide a través del crecimiento del PIB no explicado por el uso del trabajo y el capital”, aclaró.

Para explicar cómo mejorar, partió por precisar que “aunque no hay una solución única, cientos de pequeñas reformas bien calibradas pueden generar un salto importante en productividad”, agregó.

Al ilustrar este punto, se focalizó en algunas métricas que revelan etapas clave. “Si miramos nuestro PIB per cápita desde 1960, comparado con el de EEUU, podemos distinguir tres fases: Hasta 1985 tuvimos una enorme volatilidad dentro de una tendencia a alejarnos y crecer menos que EEUU.; luego, entre 1986 y 2013, se ve una convergencia muy clara, pasando de tener 1 octavo del ingreso por habitante estadounidense a prácticamente 1 cuarto. Luego a partir de 2014, se interrumpe la tendencia y si volvimos a retroceder desde entonces en esta métrica”.

¿Por qué pasa esto?

Para responder a la pregunta explicó cómo, en cada uno de esos factores que determinan la productividad, “Chile se está quedando atrás”, enfatizo.

En cuanto a la formación de capital humano, explicó que, si bien la masificación de la educación escolar fue un logro muy importante, el aumento de la cobertura no fue seguido por una mejora en la calidad.  El capital humano es un cuello de botella muy significativo para nuestra productividad”, precisó.

Al respecto, evaluaciones internacionales—como la prueba PISA (2015)—arrojan que un 49% de los estudiantes de enseñanza media no alcanza las competencias mínimas en matemáticas, y un 35% está igualmente deficiente en ciencias. Sobre el 60% de los adultos apenas puede desarrollar tareas sencillas como contar, identificar representaciones gráficas, y calcular un vuelto.

En cuatro a la innovación mencionó que Chile está muy mal parado en el principal indicador del esfuerzo que realiza un país para innovar, “su gasto en investigación y desarrollo es 0,36% del PIB, y lo que es peor aún, en este 0,36% está incluido el gasto del Estado en I+D”, señaló.

Al referirse a la construcción en infraestructura de calidad, precisó que la inversión en esta materia dejó de crecer en 2012 y, que parte de las dificultades para invertir se relacionan con la creciente complejidad regulatoria, y con ello un lento el proceso de obtención de permisos ambientales y sectoriales necesarios para iniciar los proyectos”, indicó.

Respecto de la institucionalidad, ahondó en que, de acuerdo con el conjunto de 6 indicadores globales del Banco Mundial que miden la calidad de la gobernanza en más de 200 países (control de la corrupción, estabilidad y ausencia de terrorismo, rendición de cuentas, eficacia del gobierno, estado de derecho, y calidad regulatoria), Chile muestra una marcada tendencia descendiente, siendo la calidad de nuestras instituciones políticas, el factor que se ha deteriorado con más fuerza. Esto, ha hecho más difícil generar buenas políticas públicas, acordes con los desafíos significativamente más complejos que hace 30 años”, enfatizó

¿Qué hacer?

“No hay una ‘bala de plata’ para revertir esta situación. Estamos en una etapa en que se necesitan probablemente cientos de pequeñas reformas bien calibradas, ninguna de las cuales ‘mueve la aguja’ por sí sola. Pero ellas, en conjunto, son capaces de generar un salto importante en productividad”, advirtió.

“Si bien la CNEP ha hecho más de 500 recomendaciones de política pública, y la mayoría aún no han sido acogidas, lo que no debería extrañarnos al estar en un contexto donde gran parte de las reformas pendientes enfrentan obstáculos políticos importantes, hemos entregado propuestas que muestran impactos. En línea con recomendaciones de la CNEP en materia de permisos para la inversión, se ha logró un consenso significativo con un proyecto de ley en el congreso. Por otra parte, el ministerio de salud, siguiendo nuestras recomendaciones implementó un plan piloto que permitió aumentar en un 58% las atenciones quirúrgicas diarias y que hoy se está extendiendo hacia toda red hospitalaria de Chile”, enfatizó.

“Implementar este tipo de medidas ‘microeconómicas’ a lo largo de nuestro país y a través de los distintos sectores económicos, marca la diferencia en la calidad de vida de las personas. Y eso es lo que la productividad permite: mejor calidad de vida”, concluyó.

Lea los resultados completos del estudio en el siguiente link.

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