El consejo del ente emisor, presidido por Rosanna Costa, anticipa futuros ajustes que serán detallados este miércoles en el Informe de Política Monetaria (IPoM). El Banco Central destacó que las expectativas inflacionarias siguen alineadas con la meta del 3%.
El Banco Central decidió reducir nuevamente la Tasa de Política Monetaria (TPM). Ahora, en 25 puntos base, llevándola al 5,5%, después de una pausa en julio. Esta decisión unánime del consejo del ente emisor se da en el contexto de una economía que muestra signos de debilidad más allá de las proyecciones y a una inflación que persiste por encima del 4% interanual.
Y es que el recorte de la TPM, que se alinea con las expectativas de los analistas, se enmarca en un entorno económico en el que la actividad económica está creciendo menos de lo anticipado. El Consejo del Banco Central, presidido por Rosanna Costa y compuesto por la vicepresidenta Stephany Griffith-Jones, junto a los consejeros Alberto Naudon, Luis Felipe Céspedes y Claudio Soto, señaló que se anticipan nuevos ajustes en el futuro cercano. Los detalles de estos ajustes y sus implicaciones serán explicados en el Informe de Política Monetaria (IPoM), que se publicará este miércoles.
El Consejo del Banco Central indicó que, de cumplirse los supuestos del escenario central del IPoM de septiembre, la reducción de la TPM hacia su nivel neutral será más rápida de lo previsto anteriormente. La medida tomará en cuenta la evolución del panorama macroeconómico y sus implicancias para la inflación. “El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad para que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”, señaló el comunicado oficial.
El emisor detalló que la actividad económica experimentó una pérdida de impulso durante el segundo trimestre del año, siendo la caída más pronunciada de lo anticipado. Las series desestacionalizadas del Producto Interno Bruto (PIB) total y no minero mostraron una caída trimestral del 0,6%, con incrementos anuales del 1,6% y 1%, respectivamente. Aunque el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio mostró un inesperado crecimiento del 4,2%, este incremento se debió en parte a factores puntuales y una alta volatilidad en las cifras mensuales.
En cuanto a la inflación, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio mostró un aumento al 4,4% en su serie empalmada y al 3,4% en su medida subyacente. La inflación total fue mayor a la prevista en el IPoM de junio, impulsada por componentes más volátiles de la canasta de bienes y servicios. Sin embargo, las expectativas de inflación a dos años se mantienen alineadas con la meta del 3%, según la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y la Encuesta de Operadores Financieros (EOF).
El Banco Central también evaluó el impacto de las noticias internacionales en los mercados financieros. La Reserva Federal de Estados Unidos ha comenzado a reducir su tasa de interés, lo que contrasta con la situación en otras economías donde los descensos en la inflación han sido menos pronunciados. Los mercados globales han mostrado una mayor sensibilidad a estas noticias, con episodios de alta volatilidad, aunque en comparación con la última reunión, las tasas de interés de corto y largo plazo han disminuido, el valor de las bolsas ha aumentado y el dólar se ha depreciado a nivel global. El precio del cobre y el petróleo han mostrado fluctuaciones significativas.
A nivel local, desde la última reunión monetaria, se ha observado una reducción en las tasas de interés de corto plazo, en línea con las expectativas de la política monetaria. Las tasas de interés de largo plazo también han disminuido, y el peso chileno se ha apreciado, siguiendo las tendencias internacionales. Sin embargo, el crédito bancario continúa siendo débil, especialmente en el componente comercial.
El Banco Central seguirá monitoreando de cerca la evolución económica y ajustando su política monetaria conforme sea necesario para cumplir con su objetivo de mantener la inflación en la meta de 3% en los próximos dos años.