El informe indica que la proyección de inflación total aumenta en el corto plazo, principalmente por la mayor alza de los componentes volátiles. En tanto, se acercará al 3% en los primeros meses de 2026.
El Banco Central publicó esta mañana el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, en el que proyecta un menor techo de crecimiento al estimado en junio y que a fines de este año la inflación cerrará en 4,5%, porcentaje mayor al 4,2% que había previsto hace tres meses.
El informe indica que la proyección de inflación total aumenta en el corto plazo, principalmente por la mayor alza de los componentes volátiles. Una fracción responde a los efectos directos e indirectos en el IPC del mayor aumento de las tarifas eléctricas que se produjo en junio y julio. Se suma el impacto del incremento de las tarifas de fletes marítimos a nivel global y la depreciación del peso en los últimos meses.
Con respecto a ello, el Banco Central detalló que hacia el mediano plazo, la inflación tendrá un decenso más rápido que lo anticipado en junio, dadas las menores presione inflacionarias provenientes del comportamiento de la demanda interna. Se acercará al 3% en los primeros meses de 2026.
En cuanto al desempeño de la actividad, el informe destacó la reducción del “fuerte dinamismo” que mostró la economía a inicios de año e, incluso, sostuvo que la desaceleración ha sido más rápida de los previsto, “influida por el deterioro del consumo privado”.
En ese sentido, las proyecciones de crecimiento “en 2024, el rango de proyección de crecimiento del PIB se reduce en su límite superior, ubicándose entre 2,25 y 2,75% (2,25% a 3,0% en junio), revisión que responde en gran medida al resultado del segundo trimestre”.
Para 2025 y 2026, en tanto, las proyecciones de crecimiento se mantienen dentro del rango de 1,5% a 2,5%: “Las proyecciones de actividad y demanda continúan asumiendo que la economía crecerá en torno a su tendencia durante los próximos años”, acotó.