El Banco Central proyecta una inflación del 4,8% para 2024, con una meta del 3% en 2026.
El Banco Central presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, destacando que la inflación anual llegó al 4,2% en noviembre y podría fluctuar en torno al 5% durante el primer semestre de 2025. Este fenómeno responde a la depreciación del peso, el alza de costos laborales y las tensiones globales.
Según el informe, el peso chileno se ha debilitado debido al fortalecimiento del dólar, impulsado por tensiones geopolíticas y económicas, lo que encarece las importaciones. Además, el incremento de los salarios, asociado a la recuperación de las remuneraciones reales y el reajuste del salario mínimo, ha generado presiones inflacionarias, afectando directamente el IPC.
El Banco Central prevé que la inflación cierre en 4,8% este año y comience a bajar en 2026, con la meta de 3% como horizonte. La debilidad de la demanda interna y una apreciación gradual del peso serían clave en este proceso.
En el tercer trimestre, la actividad económica mostró resultados favorables en minería y exportaciones, mientras sectores como la construcción y servicios financieros enfrentaron un desempeño débil. La inversión en maquinaria sigue dinámica, pero la construcción se mantiene rezagada.
El informe proyecta un crecimiento del PIB de 2,3% para 2024, mientras que para 2025 y 2026 se anticipa un rango de 1,5-2,5%, influenciado por un mayor dinamismo del sector externo y una moderación en el gasto privado.
El Consejo del Banco Central subrayó que las presiones de costos hacen más desafiante el panorama inflacionario. Aunque la trayectoria de la Tasa de Política Monetaria (TPM) se mantendrá a la baja, su ajuste dependerá de la evolución de las presiones inflacionarias y del contexto económico global.
El balance de riesgos para la inflación sigue sesgado al alza, impulsando al Banco Central a manejar la política monetaria con cautela. Los escenarios de sensibilidad contemplan impactos más pronunciados de los costos y una incertidumbre global que podría alterar la trayectoria prevista de la TPM.
El IPoM reafirma el compromiso del Banco Central de garantizar la convergencia hacia una inflación del 3% en el plazo de dos años, utilizando herramientas de política monetaria flexibles para enfrentar las fluctuaciones en el entorno global y local.