Atrás están quedando los tiempos malos en que Codelco se quejaba de no poder retener ejecutivos y de no poder levantar otros de la minería privada. La llegada de Diego Hernández a la presidencia ejecutiva de la empresa trajo consigo un esfuerzo por tener a lo mejor del sector trabajando por potenciar el valor de la mayor empresa en Chile.
Y se ha notado en distintos aspectos. Uno de ellos es el precio que está pagando por sus directorios y por los ejecutivos de alto nivel, o rol E. En 2011, la empresa gastó US$ 7,18 millones en “beneficios de corto plazo” para sus “ejecutivos principales”. La cifra representa un alza de 25% en los últimos dos años, es decir, comparado con el año 2009, cuando desembolsó US$ 5,72 millones.
Similar es el mayor costo que está pagando por el directorio. En 2009 gastaba US$ 507 mil, cifra que creció un 57% en 2011 hasta los US$ 800 mil. Eso sí, respecto de 2010 el gasto cayó un 10%. En este caso, explican en la compañía, el incremento se explica fundamentalmente por el hecho de que desde 2010 se nombraron directores profesionales, mientras que antes había ministros y otros funcionarios que desempeñaban otras funciones en el Estado, por lo que tenían dietas menores como exige la ley.
El alza en el costo de remuneraciones a ejecutivos coincide con la numerosa llegada en el mismo periodo de altos ejecutivos provenientes de la gran minería privada, flujo poco acostumbrado en el rubro, donde se acostumbraba ver los talentos dejando el trabajo estatal por mejores perspectivas económicas en mineras privadas.
El cambio estalló desde la llegada de Hernández, en mayo de 2010. El presidente ejecutivo de Codelco dejó ingresos millonarios en BHP Billiton, para ganar menos de $200 millones al año, una cifra mínima comparado con su estándar habitual, no inferior a US$ 1 millón anual entre sueldo y bonos.
Le siguió Rodrigo Toro, quien asumió la vicepresidencia corporativa de comercialización, dejando su cargo de gerente senior de comercialización de Anglo American Chile y retornó a la estatal, donde había iniciado su carrera décadas atrás. Después vino Thomas Keller, quien llegó a la vicepresidencia de administración y finanzas después de un largo trajinar como presidente ejecutivo de Collahuasi, del fondo Brookfield y de Cencosud. Y casi junto a Keller llegó Sebastián Conde, vicepresidente de recursos humanos, también ex Cencosud.
Más tarde se sumaría Jorge Gómez, quien había sido gerente general de Los Pelambres, principal operación del holding minero de la familia Luksic, Antofagasta Minerals. Antes de dejar a los Luksic, Gómez era vicepresidente de operaciones de Antofagasta, cargo que dejó por diferencias con la alta dirección.
La lista de ejecutivos que llegaron a Codelco desde el mundo privado es larga y ha estado acompañada de un profundo proceso de cambios en la estructura organizacional de la compañía, destinados a acompañar los millonarios planes de inversión que permitirán a la minera superar las 2 millones de toneladas de cobre fino hacia el año 2020.
La estampida se incrementó la semana pasada con el anuncio de la llegada de Gerhard von Borries a la vicepresidencia de desarrollo, tras abandonar la vicepresidencia de proyectos de Antofagasta Minerals. Asimismo, arribó Francisco Carvajal, quien dejó la gerencia general de Minera el Tesoro, para asumir la gerencia general la División Radomiro Tomic. A ellos se suma Isaac Aranguiz, quien asumirá la vicepresidencia de tecnología e información. Aranguiz había llegado en mayo de 2011 tras dejar la gerencia de proyectos de Freeport Mc Moran Chile.
En Codelco reconocen que Hernández ha intentado potenciar una política de retención de talentos y de atracción de otros provenientes del mundo privado. Esto ha permitido reducir la brecha que existe en sueldos de ejecutivos —conocidos como Rol E— con lo de mineras privadas, aunque no ha sido suficiente, pues estos no puede ganar más de un 75% del cargo equivalente fuera de la estatal.
Además, Codelco tiene una desventaja insalvable respecto de las privadas, algo que ha impedido a Hernández captar con la rapidez y eficiencia que quisiera a ejecutivos del mundo privado: stock options. En firmas como Escondida, Collahuasi o Anglo, se les ofrece a los ejecutivos altos acceder a acciones de la compañía por valores preferenciales, algo que Codelco no puede pues el 100% de su propiedad es del Estado chileno. Tampoco puede pagar más de tres sueldos adicionales al año como bono, situación distinta a nivel privado donde ese valor es varias veces superior. En parte, esto explica la salida del emblemático líder de los rescatistas de los 33 mineros, Andrés Sougarret, quien dejó la subgerencia general de operaciones de El Teniente para arribar a la gerencia general de Esperanza, el proyecto de los Luksic.
Por ello se han puesto en marcha otras estrategias. Una de ellas es aumentar los meses de indemnización por años de servicios, en la medida que el ejecutivo se quede más años en la compañía.
Junto con esto, ha aprovechado lo que llaman “oportunidades de mercado”, con salidas de ejecutivos de otras compañías para ofrecerles participar de un “proyecto país”, como es impulsar el crecimiento de la mayor productora de cobre del mundo y ayudar al crecimiento de Chile. Además, en el caso de los ejecutivos no senior, la vitrina de Codelco es un aliciente para incorporarse al ambicioso plan en marcha y sumar valor al curriculum.
Pese a todas estas incorporaciones, en Codelco aseguran que la lista de ejecutivos en la empresa ha caído desde la llegada de Hernández, por lo que el alza en los costos por remuneraciones se explica más por el excepcional resultado de 2011, lo que motivó un incremento fuerte en los bonos y beneficios a su plana ejecutiva. A esto se agrega el efecto en la variación del tipo de cambio.
Los excedentes de Codelco en 2012 superaron los US$ 7.000 millones, marcando un alza de 21% sobre 2010. Las cifras fueron el resultado del alza del precio de cobre, la venta de la eléctrica Edelnor y un aumento en la producción de 2,7% que la llevó a alcanzar un histórico total de 1,73 millones de toneladas de cobre fino. Suman la fuerte caída en la tasa de accidentabilidad y el control de costos de producción. Este último item refleja un punto de inflexión, pues mientras la estatal los subió en un 9%, en las grandes mineras de cobre que operan en Chile subió entre 37% y 55%.
Con todo, el socio de una conocida empresa de head hunters explica que el mercado de ejecutivos en el rubro minero esta “con mucha demanda, cuesta mover ejecutivos y los sueldos son altísimos”, lo que impone un desafío extra a Codelco.