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Alvaro Saieh salta al ruedo y da su opinión acerca de la reforma tributaria que se viene

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Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Alvaro Saieh es sin duda el empresario más influyente del país. Dueño de Copesa, el grupo de medios que marca la pauta política del país a través de La Tercera y Radio Duna, y controlador de un grupo empresarial que representa alrededor del 3% del PIB de Chile.

Es descrito como “intelectualmente brillante” por la gente que ha trabajado con él. También como poseedor de una personalidad “cautivante”    —cuando quiere mostrarla— y de un gran sentido del humor. Amante de las buenas “copuchas” y con una aguda capacidad de analizar la contingencia política. Estos atributos, sumados a su poder económico y mediático, lo hacen ser no sólo el empresario más influyente, sino que también uno de los hombres más temidos.

En los últimos meses se ha mantenido al margen del debate nacional, pero el viernes —en un seminario organizado por la fundación progresista Chile 21— saltó al ruedo y habló de todo. Y sin tapujos.

Encaramado en la misma ola reformista de los presentes, cuando le tocó el turno de hablar, Saieh arremetió con fuerza. Apuntó a que la profunda desigualdad existente en Chile se edifica sobre una pésima educación. “Chile en la encrucijada” era el título de una presentación sencilla, atochada de frases y cifras, que poco y nada siguió, gracias a su estilo acelerado y a que suma una idea sobre otra, en un discurso que va y vuelve.

Acerca de la reforma tributaria que se viene explicó que la apoya, siempre que esté claro para qué es y que el gasto sea eficiente. De paso cuestionó los privilegios que en materia de impuestos gozan las empresas mineras que operan en el país.

Movilizaciones sociales

Sorprendió de entrada, validando las movilizaciones de los estudiantes en 2011 y el levantamiento social en Aysén y Magallanes. “Las movilizaciones son absolutamente legítimas”, dijo, agregando que los movimientos de sur del país “no tiene nada que ver con ideología, es un tema de lucas, porque vivir allá es carísimo”.

Asimismo recordó que no se deben perder de vista algunos fundamentos de la historia de Chile de las últimas décadas, donde destacó el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica. Si hubiésemos crecido como el resto de América Latina seríamos un 40% más pobres que hoy, aseveró para poner las cosas en contexto.

Reforma tributaria

De vuelta en los impuestos hizo un raspón de fuego al ser consultado por los privilegios que tienen las mineras en esta materia. En particular el decreto DL 3.500, que otorga invariabilidad tributaria a ese sector, en el cual Saieh no participa.

Al respecto fue claro. “Hoy no necesitamos nada (de excepciones tributarias), somos investment grade ¿Por qué vamos a estar dando condiciones especiales? Además, que es una discriminación, (entre) empresas locales y extranjeras”, lanzó.

Así cuestionó que las mineras extranjeras creen sociedades especiales que le permiten situaciones tributarias atractivas. Y fue más allá. Sobre el nivel de impuestos que pagan las mineras —bajo comparado con otros países mineros— Saieh se cuadró con hacer cambios, aunque advirtió que no es experto en la materia.

Pero al mismo tiempo pidió responsabilidad, señalando que si el precio del cobre cayera “estaríamos en un problemazo con un déficit fiscal de la zambomba. Por eso yo pido consistencia en los planteamientos”, sostuvo.

Sobre la discusión tributaria que se viene recalcó que se debe hacer un “paquete”, que además de incluir mayores ingresos, focalice el gasto en educación y permita revisar qué platas se están administrando mal en el Estado. Dio varios ejemplos al respecto.

El primero fue el de la famosa cartera de Crédito con Aval del Estado (CAE) de US$ 100 millones que estaba en manos de BancoEstado y que fue recomprada por el Fisco en US$ 160 millones, con un claro perjuicio para el país. Hay que recordar que Saieh, a través de Corpbanca, tiene interés en el tema, ya que ese banco tiene la actual licitación de dichos créditos.

Otro ejemplo: recordó que el plan de estímulo fiscal de la Presidenta Bachelet y su ministro de Hacienda, Andrés Velasco, elevó el gasto fiscal de 19% del PIB a 23% o 24% del PIB. “Volvió la demanda privada y el gasto fiscal se mantuvo. Un 4% del PIB son como US$ 10.000 millones. ¿Donde están?”, preguntó.

Además, repasó a las universidades que lucran. “Las universidades privadas tienen que pagar impuestos, todos los negocios pagan”, dijo, pero también criticó que mientras el Estado le mete plata a las universidades públicas, éstas siguen subiendo los aranceles.

Y no paró ahí. Es que Saieh estaba para hablar de todo. Incluso para criticar la Ley de Tolerancia Cero con el consumo de alcohol y la idea de poner mayores prohibiciones en el consumo de tabaco. “Cada día estamos más restrictivos, no se puede tomar, fumar, donde están las libertades personales, estamos todos locos, yo no fumo ni tomo, pero dónde están las libertades”.

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