Un futuro incierto para el principal activo de la economía chilena vaticina Deutsche Bank, uno de los bancos de inversión más influyentes del mundo. En un informe titulado «Confusión en el Cobre», el banco plantea que hay un amplio rango de preguntas en el mercado del cobre de este año que aún permanecen sin respuestas.
Una de las mayores preocupaciones es la posible caída de producción en Chile. Anticipan que muchos analistas reducirán sus proyecciones este año y que el problema podría extenderse hasta el 2013, afectando la oferta mundial.
Otro factor que preocupa a los analistas es el alza en los costos de producción. En la semana del cobre celebrada en Chile en abril, (CESCO), donde se juntaron los principales actores del mercado, el banco señala que hubo consenso que este es uno de los mayores desafíos para la industria en los próximos años. Destacaron que Chile enfrenta una situación crítica por la falta de suficiente oferta energética y que esto también impactará en la oferta de agua disponible para la producción. La conclusión de los analistas del banco es que la situación se podría convertir en un verdadero obstáculo al crecimiento de la oferta en los próximos años para el país.
Expertos estiman que unos US$100.000 millones de proyectos de inversión mineros tendrán dificultades en desarrollarse ante la creciente oposición a unas nuevas centrales eléctricas.
En el informe de Deutsche Bank, los analistas del banco sostienen que el panorama de oferta y demanda no está claro, los niveles de inventario y premiums están confusos y que hay crecientes riesgos macroeconómicos. Esto los deja sin una mirada convincente acerca del futuro del mercado para este año y escépticos acerca de las miradas más optimistas que prevalecen en el mercado. En su opinión, no habían opiniones fuertes -positivas o negativas- acerca de los proyecciones para el metal.
En CESCO los temas que más ocuparon a los participantes fueron la demanda China, los niveles de inventario en el mercado de metales de Londres, problemas de oferta, y la inflación en los costos de producción.
A pesar de todo esto, Deutsche Bank manifiesta estar modestamente optimista acerca del resto del año. En el trimestre actual estiman que los precios estarán bajo algo de presión por el creciente riesgo de que la crisis en Europa se dispare. Sin embargo, anticipan que eventualmente la unidad de la eurozona será la prioridad y habrá apoyo financiero para contener el problema.
También consideran factible que las autoridades continuarán apoyando la recuperación de la economía norteamericana y el crecimiento Chino si éstos se vieran amenazados. El banco concluye que todo esto, sumado a los problemas de crecimiento de la oferta ya explicados, actuará como un soporte a los precios.