AFP e isapres. Dos sectores regulados y cuyos ‘clientes’ deben cotizar en forma obligatoria una parte de sus ingresos brutos cada mes. En las primeras es el 10% del sueldo bruto y en la segunda es un aporte de 7%.
Ambas industrias, por distintos motivos, son permanentemente cuestionadas por el nivel de sus ganancias y por el servicio que prestan. Dos sectores creados durante el régimen militar, que remplazaron sistemas de protección públicos y que son usados en muchos países del mundo como ejemplos a imitar.
Ayer le tocó a las isapres luego que publicaran sus resultados del primer trimestre de 2012. Las aseguradoras de salud obtuvieron ganancias de $ 28.649 millones, una baja de 11% comparado con el mismo periodo del año pasado.
La cifra significa una utilidad neta promedio de 18.559 pesos cada uno de los 1,543 millón de clientes. En el caso de las AFP, la ganancia por cotizante -que suman 4.726 millones- es de 20.474 pesos, o sea casi US$ 200 millones en utilidades netas.
El nivel de concentración de las ganancias, además, es elevado. En el caso de las isapres, a marzo de este año un 87% de las utilidades las obtienen cuatro grupos: Banmédica y Vida Tres (ambas de Penta), Colmena, Consalud y Cruz Blanca. En total, en el mercado hay 7 isapres abiertas y 6 cerradas.
En las AFP, cuatro administradoras -Provida, Habitat, Capital y Cuprum- se llevaron el 95% de la última línea de la industria. En total, hay 6 actores, al sumar Planvital y Modelo.
Para Victoria Beaumont, directora ejecutiva de Altura Management, el nivel de utilidades de las isapres es sustancialmente mayor en el primer trimestre del año por un factor de estacionalidad. De hecho, advierte que en 2011 los primeros tres meses representaron un 46% del total anual.
“La explicación es que el invierno concentra mayores gastos en salud (enfermedades estacionales) y en primavera se concentran los nacimientos. Esta es la razón por la cual es un error extrapolar en forma lineal los resultados del primer trimestre”, señala Beaumont.
Para Matías Goyenechea, vocero de Salud para Todos, el nivel de ganancias de las isapres se explica porque a su juicio sigue vigente la discriminación por sexo y edad, lo que permite que las isapres cobren una prima por riesgo mayor a personas de mayor edad o mujeres que significan un mayor riesgo de gasto para la isapre.
“Lo más complicado es que la competencia entre isapres no está dada por la calidad de atención o planes que ofrecen, sino que está basada en el riesgo de sus carteras. Compiten por ver quién se queda con personas más sanas y con mejor capacidad de pago”, dice Goyenechea, que como ejemplo afirma que existen 54 mil planes vigentes, que en su opinión, demuestra “el alto grado de selección de riesgo al cual ha llegado a la industria”.
Pero las cifras generales requieren matices.
El director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, señala que lo correcto es considerar el nivel de utilidades por beneficiarios, es decir, quienes forman parte del plan que paga el cotizante, que en promedio es de dos personas.
Al incluir a las cargas, el nivel de ganancias por beneficiarios llega a 9.715 pesos en el primer trimestre de 2012.
Caviedes advierte, además, que en el caso de las isapres, el pago mensual del cotizante es en función del número de cargas, a diferencia del sistema de AFP, en que el cotizante paga para su pensión no por terceros.
Además, el ejecutivo del gremio advierte que dado que en la primera parte del año las utilidades son mayores que en el segundo semestre y que entre enero y marzo ya cayeron un 11% en 12 meses, “es fácil predecir que al final del año caerán a casi la mitad del nivel de 2011”.
El ejecutivo explica que la baja en las utilidades se explica en un 80% por un aumento en la frecuencia de gastos médicos y sólo en un 20% por el alza en el costo de las prestaciones.
En este sentido, recuerda que el sistema de isapres financiaba en 1990 nueve prestaciones per cápita y hoy paga 22, lo cual, afirma es un fenómeno mundial pues que por lo demás irá aumentando pues en países desarrollados, las prestaciones son más del doble.
Para Goyenechea, parte importante de las ganancias de las isapres se explica porque existen relaciones de propiedad entre isapres y los prestadores, las clínicas.
Así, señala que Banmédica y Vida Tres, pertenecen al grupo Penta, que a su vez es dueña de clínicas como la Santa María y la Dávila, mientras que Consalud es controlada por la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc), que a su vez posee la Clínica Tabancura, la Bicentenario (en Estación Central) , además de los centros ambulatorios Megasalud y Red Salud.
Isapre Cruz Blanca, de la familia Said y Linzor Capital, en tanto, posee las clínicas Reñaca, en Viña del Mar, los centros médicos ambulatorios Integramédica y Clínica Antofagasta, entre otras.
En la industria de AFP, también existen reparos a la comparación. Fuentes del sector explican que en el sistema cotizan casi 5 millones de personas, pero hay 9 millones de afiliados; es decir, las AFP gestionan “gratis” los fondos de cuatro millones.
Además, señalan que casi un tercio de las ganancias provienen de ingresos que no corresponden al pago de comisiones de los cotizantes, sino que son el resultado de llamado encaje.
La rentabilidad de encaje es la ganancia o pérdida que obtiene las AFP por invertir, de su propio patrimonio, el equivalente al 1% de los fondos que gestionan. Dado que los activos bajo su tutela suman unos US$ 150 mil millones, este encaje llega a los US$ 1.500 millones, aproximadamente.
En el primer trimestre, señalan ejecutivos del sector, de los $ 96.776 millones ganados, $ 33.412 millones se generan por esta vía. Al hacer ese descuento, afirman, las ganancias por cotizante, bajan a unos $ 13.400.
Además, adelantan que dado que dos AFP, Habitat y Modelo, anunciaron bajas en sus comisiones -la primera desde julio, de 1,37% a 1,27% y la segunda de 1,14% a 0,77%- el margen por comisiones debiera caer en la segunda parte del año.
En las AFP, además, aseguran que a diferencia de las isapres, si una persona deja de cotizar (pagar mensualmente, por quedar desempleado por ejemplo) la AFP sigue gestionando sus platas, a diferencia de las isapres donde, afirman, los cotizantes y beneficiarios pierden la cobertura de su plan si dejan de cotizar.
Caviedes desmiente de plano esta afirmación. “Eso es falso. Si dejas de cotizar, la isapre está obligada a mantener los beneficios del plan mientras no mueras. La isapre no puede limitarle la entrega de un bono a una persona que deja de cotizar. De hecho, muchas veces el cotizante ni siquiera sabe que el empleador no ha pagado y la isapre tiene que mantener el otorgamiento del beneficio”, afirma.
Respecto del nivel de concentración de las ganancias, Beaumont asegura que no hay espacio para más. “El mercado no da para más competidores por un tema de economía de escala y porque las regulaciones han generado barreras de entrada”, afirma.
Goyenechea rebate que la integración vertical la que explica en parte este nivel de concentración, pues “de esa forma controlan los precios”. Además, afirma que ayudan a las utilidades las primas que se cobran por auge, que son poco utilizadas por los usuarios.