En medio del debate de una «reforma tributaria», cuando discutimos si US$800 millones anuales son suficientes para financiar la reforma en educación, surge la necesidad de mirar nuestras cuentas fiscales. ¿Cuánto espacio tenemos para financiar esta reforma?
Con los datos de Hacienda, esta pregunta se puede responder de dos formas. La primera, más compleja y con más supuestos, es mirar las proyecciones, para los próximos 3 años, de los ingresos estructurales del Fisco y restarle todos los gastos ya comprometidos en leyes promulgadas o en tramitación. Ello, sumando el déficit estructural que defina el gobierno (ej. 1% del PIB), nos dará el Espacio de Gasto Disponible para nuevas políticas públicas en los próximos 3 años.
Cada año, en conjunto con la ley de presupuesto, el ejecutivo debe mostrar este «Espacio de Gasto Disponible». En la tramitación del presupuesto 2012 vimos que el Espacio de Gasto para el 2013-2015 es de 0.8% del PIB.
¿Es mucho o poco este 0.8% del PIB? Si consideramos que sólo el proyecto de Carrera Docente cuesta US$ 1.200 millones por año (0.5% PIB) vemos que no hay holgura fiscal para una reforma en educación.
Otra forma de ver el tamaño del Espacio de Gasto es compararlo con años anteriores. En el 2010, éste era de 2.8% del PIB y en promedio durante el 2005-2011 fue de 3.3% PIB, muy por sobre el actual 0.8%.
Según estos datos se requieren más recursos que los US$800 millones de la «reforma tributaria». Alguien suspicaz diría, tu forma de ver la necesidad de financiamiento es enredada y llena de supuestos. Bueno, veamos si haciendo la cuenta del carnicero llegamos a una conclusión similar. Para esto, hagamos lo que toda buena o buen jefe de hogar hace al final de año. Veamos los ingresos y gastos del Fisco en los últimos años. Es decir veamos el superávit fiscal en caja desde el 2001 hasta el proyectado por Hacienda para el 2012.
Al tomar el periodo 2010-2012, vemos que el Fisco tendrá en promedio un superávit de sólo US$506 millones con un déficit de US$700 millones en el 2012. Montos mezquinos si los comparamos con el promedio 2010-2012, cuando el superávit fiscal fue de US$2.700 por año. Para que mencionar el periodo del gobierno anterior, 2006-2009, que incluye la crisis mundial, donde el superávit fue de US$6.000 millones por año.
Se podría decir que todo lo anterior se reduce al precio del cobre, el sueldo del Chile. Por desgracia esto no ayuda. Durante el periodo 2006-2009, cuando ahorramos US$6.000 por año el precio del cobre fue en promedio US$2.9 la libra, y en los últimos tres años, cuando ahorramos menos de un décimo, el precio ha sido de US$3.6/Lib.
¿Qué pasa si el precio del cobre cae? Usando una regla de tres, sabemos que el Fisco recibe más o menos US$50 millones por cada céntima en el precio del cobre. Es decir, con un precio igual al promedio de los últimos 10 años, US$ 2.5/Lib, hubiéramos tenido un déficit de US$400 millones anuales durante el 2010-2012 y de US$1.800 este año.
Con la suspicacia del economista, o la sabia de un carnicero, el alza de US$800 millones es insuficiente!