Se aprobó una nueva rebaja tributaria, esta vez bajo el nombre de postergación por un año —hasta el 2014— del reavalúo de propiedades no agrícolas. Al igual que la baja del impuesto a las personas, esta rebaja favorece principalmente a los hogares más ricos. El 65 % de los bienes raíces de menor valor no pagan contribuciones.
Las contribuciones son entre el 1 y 1.2 % del valor de la propiedad por sobre los $ 18.5 millones. El tramo exento permite que la clase media o no pague este impuesto o que su monto sea pequeño. Aparte del tramo exento, existen otros beneficios para la clase media, como la rebaja de hasta un 50 % para las viviendas DFL2. Las contribuciones son un impuesto altamente progresivo.
Debido a las alzas del valor de las propiedades, que alcanzarían según el Banco Central a un 35 % real desde el 2006, año del último reavalúo, la medida propuesta hará que los hogares de mayores recursos paguen menos impuestos, el resto no será beneficiado pues hoy está exento. En Vitacura el 99.5 % de las propiedades pagan contribuciones, mientras que en la Pintana sólo lo hace un 2.7 %. Sin duda un buen regalo del Gobierno/Congreso a Vitacura en esta navidad.
Es obvio que la justificación de esta rebaja impositiva no es mejorar la distribución del ingreso ni alcanzar el balance estructural de nuestras cuentas fiscales antes del 2014, como lo aconseja el FMI, la OCDE y economistas de todo el espectro político. Tampoco se justifica por un tema de eficiencia por ser el pago de contribuciones alto en Chile. Es uno de los menores en la OCDE. ¿Entonces qué justifica la postergación?
Hacienda la justifica por la incertidumbre externa. Sin duda una crisis que reduzca nuestro crecimiento justificaría una política como ésta para fomentar el consumo interno. Esta fue la situación durante la crisis financiera internacional del 2008. Pero hoy nuestra economía está creciendo a altas tasas, y con un consumo interno creciendo a un 8 % anual en el último trimestre. Luego esta postergación no puede justificarse como una política contracíclica. Al contrario, como lo menciona Klaus Schmidt-Hebbel, un economista más bien cercano a las ideas del gobierno, las cifras económicas, en especial el déficit de cuenta corriente de casi un 4 % del producto, “reflejan el creciente exceso de gasto interno respecto del ingreso nacional; y este creciente desequilibrio presiona al alza el precio de bienes y activos, entre ellos los inmobiliarios».
La medida se entiende menos si recordamos la preocupación del Banco Central por el precio de los activos inmobiliarios. Según el ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, “una preocupación reciente ha sido la posible incubación de una burbuja inmobiliaria”. Una rebaja de las contribuciones presiona al alza el precio de las propiedades, favoreciendo la posible burbuja.
El alza de las propiedades presiona un aumento de tasas por parte del Banco Central para hacer menos atractivo el endeudamiento y por ende la comprar de propiedades. Pero un alza de tasas traerá más dólares haciendo caer aún más el valor de la divisa, y con esto perjudicando las exportaciones no cobre.
Sin razones económicas sólo nos queda pensar que el Gobierno/Congreso posterga el alza de contribuciones por ser el 2013 un año electoral, dejando el problema al siguiente gobierno, y de pasada haciendo un nuevo aporte a nuestra desigualdad económica.