Un balance negativo arroja el Plan de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas. En tres años se han adjudicado siete obras por US$ 1.215 millones de una cartera de proyectos de US$ 10.000 millones, lo que representa un 12,1 % del total.
Se trata de los aeropuertos de Iquique, Antofagasta y La Serena, las rutas La Serena-Ovalle y La Serena-Vallenar, el Hospital de Antofagasta y ruta El Loa (conexión Antofagasta-Calama).
Es tal la urgencia por mostrar éxitos que el viernes 1 de febrero la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, acompañada del Presidente Sebastián Piñera, dio inicio a la construcción de lo que llamó “la mayor transformación vial de Santiago desde que se construyeron las autopistas concesionadas”. Siete obras del Plan Santiago Oriente por US$ 500 millones divididas en dos etapas.
Omitió decir que la primera fase que se hará durante este gobierno —la cual incluye mejoras en la salida de la calle La Concepción de la Costanera Norte, un nuevo enlace entre esta autopista y la Ruta 5 y la nueva conexión entre Kennedy y Manquehue— es menos de un 10 % del programa. El valor de esas tres obras es de US$ 40 millones y no hubo licitación, sino una renegociación del contrato con la concesionaria Costanera Norte.
Para el resto se requiere confeccionar bases de licitación y estudios de ingeniería que permitan saber el costo real de los proyectos, lo que demanda tiempo.
Aquel viernes se zanjó también la salida de Emilio Pellegrini, el tercer coordinador de Concesiones en lo que va de la gestión de Sebastián Piñera y cuya renuncia se anunció a contar del 1 de marzo. El ingeniero civil dejó el ministerio el lunes 4 y no va a volver, informaron en la repartición.
El gobierno le pasó la cuenta por la pobreza de sus logros, aunque en el comunicado destaca “el impulso a más de US$ 2.500 millones en inversiones”, cifra difícil de cuadrar si lo adjudicado hasta ahora llega a menos de la mitad.
Y los proyectos que pueden ser licitados este año —es decir, que tendrá listas las bases y se abrirán las ofertas— son tres: el complejo de aduanas del Paso Los Libertadores, la ruta a Farellones y el nuevo Puente Industrial sobre el Bío Bío.
Tres obras que implican US$ 359 millones y que sumadas a las ya adjudicadas llegan a magros US$ 1.574 millones.
Un 15,7 % del Plan de Concesiones que partió en US$ 8.009 millones, pero creció hasta US$ 10.000 millones por mayores costos en las obras.
Quejas en privado a Golborne
La lista que el gobierno promete entregar a los privados es larguísima: Vespucio Oriente, Autopista Costanera Central, los hospitales Salvador Geriátrico, Sótero del Río, Félix Bulnes, Quillota, los denominados Red Sur (Curicó, Linares, Chillán), la remodelación urbana del Estero Marga Marga, mejoramiento de la cuesta Las Chilcas y del tramo urbano Santiago-Lampa de la Ruta 5.
“Es inexplicable que el gobierno siga diciendo que va a licitar todos estos proyectos en un año. Ese reconocimiento de la realidad no se ha hecho”, sostiene un experto en el área de concesiones.
Los empresarios del sector no se han quejado públicamente, pero en privado la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa) y la Cámara Chilena de la Construcción le hicieron ver al entonces ministro Laurence Golborne que la agenda estaba trancada.
“Él tapaba las críticas con más y más anuncios. Todos pensábamos que de verdad se iba a licitar Vespucio Oriente el año pasado. Cuando se fue quedó claro que eran castillos en el aire”, afirma una fuente que fue parte de esas reuniones.
La única señal que dio cuenta de que las cosas no marchaban en la dirección correcta fue la renuncia de Clemente Pérez a la presidencia de Copsa en septiembre pasado.
Su reemplazante, Rodrigo Alvarez, el ministro de Energía que dimitió en medio de las protestas en la región de Aysén, manifestó, en cambio, su plena confianza en la gestión del entonces ministro Golborne.
La puerta giratoria del MOP
El negocio de las concesiones ya no es lo que era. En 2004, el mejor año del sistema, con Ricardo Lagos en la Presidencia, se adjudicaron US$ 1.473 millones. Cosa que no se repetirá, porque se acabaron —dicen los expertos— las sandías caladas. Aquellas autopistas con alta demanda y sin competencia.
Los proyectos que existen ahora son más caros, porque los vecinos levantan la voz y los alcaldes exigen mayores mitigaciones, por lo que no se financian con el cobro de peajes y requieren altos subsidios del Estado.
Y está la puerta giratoria del MOP, donde sale uno y entra otro. Han pasado tres ministros (Hernán de Solminihac, Laurence Golborne y Loreto Silva) en tres años, con los consiguientes cambios en el organigrama. En Concesiones ya van cuatro cabezas: Mauricio Gatica (10 meses), Jaime Retamal (6 meses) y Pellegrini (18 meses), quien asumió con Golborne y fue reemplazado interinamente por Ximena Coopman.
El número se repite en la Dirección General de Obras Públicas: Patricio Lahsen, Jorge Alé, Fernando Prat y Mariana Concha, quien fue nombrada por Loreto Silva.
La Dirección General de Aguas es ocupada interinamente por Francisco Echeverría tras la renuncia de Matías Desmadryl en septiembre pasado.
Las alzas que el Plan de Concesiones omite
Vespucio Oriente, que unirá El Salto con la Avenida Grecia, es una jaqueca para el gobierno. Obra emblemática, su costo original era de US$ 1.179 millones, pero subió a US$ 2.100 millones cuando se hizo el estudio de ingeniería básica.
“Cobrando peaje alcanzas a financiar US$ 900 millones, el resto lo tiene que poner el Fisco. Golborne decidió evaluar alternativas para abaratar costos y planteó una variante por La Reina que implicaba expropiar viviendas, la gente puso el grito en el cielo y la ministra Silva lo suspendió. Ahora quieren licitar el tramo entre El Salto y Tobalaba y hacer un túnel debajo del parque de Américo Vespucio, lo que significa levantar el parque, meter la autopista, plantar pasto y terminar con los árboles, porque las raíces no subsisten con un túnel debajo. Y los vecinos van a oponerse”, explica un conocedor del proyecto.
El otro proyecto que disparó su costo es la Autopista Costanera Central (la extensión de la Autopista del Sol desde Bascuñán Guerrero hasta Puente Alto), que se incrementó en US$ 794 millones al momento de precisar lo que sólo era una idea.
Alzas que no han sido incluidas oficialmente en el valor total del Plan de Concesiones. Eso explica que el gobierno hable de una cartera de US$ 8.000 millones. El MOP además aumentó el cálculo original de las concesiones hospitalarias de US$ 1.338 millones a US$ 2.170 millones.
Así, el programa llega a US$ 10 mil millones. Aun cuando se eliminaron las cárceles y corredores para el Transantiago de la cartera anunciada en un comienzo, no compensan los mayores costos de las autopistas para aliviar la congestión en Santiago y los nuevos hospitales concesionados.