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Opinión: Alentador inicio de 2013 hace más complejo el escenario para el Banco Central

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El crecimiento de la actividad del mes de Enero se ubicó en 6,7 %, experimentando nuevamente una aceleración, resurgiendo de esta forma los temores respecto a un eventual sobrecalentamiento de la economía. Evidentemente esta cifra de expansión supera con amplitud el crecimiento potencial de nuestra economía y estrecha aún más las bajas holguras de capacidad.

Como era de esperar la inflación implícita en los forward de inflación tuvo una reacción al alza luego de conocida la noticia.

Si bien la economía se está expandiendo a un ritmo elevado, no es posible sostener cifras de 6,7 % en los próximos meses. En este sentido, cabe señalar que la base de comparación para el mes de Enero de 2013 fue muy poco exigente, particularmente para el sector minero y en menor medida para la industria, sectores que fueron los pilares que determinaron un crecimiento por sobre el 5,5 %.

Para Febrero de 2013 el efecto base será el inverso en ambos casos. Durante ese período en 2012 la minería experimentó una expansión de 10 % en tanto que la industria creció un 5,5 %. Lo anterior generaría que el crecimiento del Imacec del segundo mes de 2013 se ubique más cerca de 4 %. En este sentido, es probable que el ritmo real de expansión de la economía local actualmente se ubique en torno a 5 % o levemente por sobre el potencial.

Considerando adicionalmente que la cifra de inflación del mes de Febrero será elevada en términos históricos, el Banco Central de Chile emitiría un discurso más restrictivo es su próxima reunión de política monetaria. Sin embargo estimamos muy poco probable que aumente la Tasa de Política Monetaria (TPM) en el corto plazo.

El margen de maniobra que tiene actualmente la autoridad monetaria es extremadamente bajo producto del elevado diferencial entre las tasas de interés locales y externas. Un aumento hoy en la TPM podría llevar al peso a niveles bajo $ 470, anticipando una eventual intervención cambiaria, situación que resulta muy costosa para el Banco Central.

Por otra parte, las cifras de inflación actuales se encuentran bajo control, incluyendo las medidas subyacentes a lo que se suma que las expectativas de inflación se encuentran firmemente ancladas a 3 % en el corto y mediano plazo. En este contexto, la opción de esperar por una desaceleración “natural” de la demanda interna, gatillada principalmente por el menor ritmo de crecimiento del empleo es menos costosa y permite recabar información respecto a la magnitud y ritmo de la desaceleración que experimentará la economía en 2013.

Sin embargo, esta sorpresa adicional sin duda hace más complejo el escenario para la autoridad monetaria y el dato de actividad de Febrero será clave para el próximo movimiento de Política Monetaria. Un cifra por sobre 5,5 % probablemente confirmaría que la demanda interna continúa creciendo a un ritmo incompatible con la meta de inflación y con un déficit de cuenta corriente bajo 5 % del PIB, haciendo necesaria la adopción de una política monetaria restrictiva. Todo lo anterior en un escenario base en que aún estimamos altamente probable que el tipo de cambio nominal alcance el rango de $ 460 – $ 465 en las próximas semanas, gatillando la intervención del mercado cambiario.

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