La productividad de Los trabajadores chilenos está experimentando su mayor alza en casi seis años, enfriando los pronósticos de inflación y ayudado a postergar las expectativas de los operadores del mercado que viene anticipando un alza en las tasa de interes por más de año.
Desde el 2 de enero, cuando los funcionarios dijeron que una fuerza laboral más eficiente podría estar conteniendo los precios al consumidor, las tasas para canjes a dos años cayeron unos 16 puntos básicos, o 0,16 puntos porcentuales, y llegaron al 5,08 por ciento. En febrero, los precios al consumidor habían subido tan solo un 1,3 por ciento, el crecimiento anual más bajo de América Latina.
Para el Banco de Chile, los canjes reflejan los cálculos de los operadores de que el banco central podría esperar hasta diciembre de 2014, en vez de julio de este año, antes de elevar la tasa clave del 5 por ciento.
Medida con los bienes y servicios que se producen por trabajador, la productividad se expandió un 3,6 por ciento el año pasado, dijo el ministerio de Hacienda en un correo electrónico del 26 de marzo. Las inversiones en maquinaria y equipos aumentaron en más del triple de la tasa del producto interno bruto, que creció casi el doble de rápido que el promedio regional. Los fenómenos son semejantes a lo que vio el entonces titular de la Reserva Federal, Alan Greenspan, hace ya dos décadas cuando la eficiencia de los empleos en Estados Unidos contenía la inflación y le permitieron a los funcionarios mantener las tasas con escasos cambios entre 1996 y 1999.
“Feliz es nuestra coincidencia de tener tanto crecimiento y tan baja inflación”, dijo Alberto Ramos, economista sénior de Goldman Sachs Group , en una comunicación telefónica que mantuvo desde Nueva York el 28 de marzo. “Si el crecimiento del país se da por la productividad, se trata entonces de un crecimiento no inflacionario. Si no es un crecimiento inflacionario, el banco central no precisa desacelerar la demanda”.
El banco central dijo en una respuesta que envió por correo electrónico que no podía formular comentarios sobre la política monetaria antes de la publicación del Ipom de marzo que se publicó hoy.
Durante la segunda mitad de la década de los ‘90, Greenspan admitió que había un uso mayor de las computadoras y que la productividad se había incrementado por Internet, lo que le permitió a la economía expandirse un 4,7 por ciento promedio desde 1996 hasta 1999, en tanto la inflación promediaba un 2,3 por ciento. Las cifras correspondientes por los 10 años anteriores fueron de 2,8 y 3,6 por ciento.
Para Ramos, algo semejante podría ser lo que sucede en Chile, donde la inversión dio un salto del 12,3 por ciento el año pasado y del 17,4 por ciento en maquinaria y equipamiento, lo que impulsó la productividad.
El gobierno reclama que se le dé reconocimiento, tras haber eliminado los impuestos que pesaban sobre el software y generado incentivos para que las empresas reinvirtieran las utilidades, dijo el ministro de Hacienda en respuesta a preguntas que se le enviaron por correo electrónico. Una productividad más elevada le añadió 1,1 puntos porcentuales al crecimiento económico 2010-2012, mientras que redujo el costo laboral y alivió la presión inflacionaria, dijo.
Aun después de que la economía se expandió un 5,6 por ciento el año pasado, la inflación cedió al 1,3 por ciento en febrero, la más baja de la región, y está por debajo del rango 2-4 por ciento que se fijó el banco central como objetivo.
Esto le ha permitido al banco central mantener la tasa de referencia sin cambios durante 14 meses consecutivos en 5 por ciento, que es segundo costo de endeudamiento más elevado de las naciones latinoamericanas, en un momento en que Colombia y México reducen las tasas.