Otra vez sorprende el Banco Central.
El Consejo acordó reducir la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base a 4,5%, dando una señal al mercado de que la desaceleracíon de la economía es seria. El mes pasado recortó por primera vez en 21 meses, dejando la TPM en 4,75%.
El mercado estaba dividido acerca de la necesidad de un nuevo recorte tan pronto, dado que las cifras recientes apuntan a una desaceleración moderada. En el tercer trimestre la economía creció 4,7%, más de lo anticipado.
En su comunicado, el banco dice que la actividad económica se enfría y que "los datos del tercer trimestre, junto con la revisión de trimestres previos, confirman que la demanda final se ha desacelerado en todos sus componentes, de acuerdo con lo proyectado".
Reitera que la inflación evoluciona en forma moderada "y las expectativas de mercado anticipan su normalización gradual hacia el 3% dentro de los próximos 24 meses". Hace hincapié que el peso se ha depreciado.
Reconoce que las economías desarrolladas están en "un escenario de recuperación gradual " y las emergentes con un crecimiento más moderado.
El Consejo resalta el rol que siguen jugando los bancos centrales de Estados Unidos y Europa en apoyar la recuperación global: "Los bancos centrales de las principales economías han reiterado su intención de mantener la expansividad de su política monetaria por un tiempo prolongado. En particular, el BCE recortó su tasa de política monetaria y renovó algunas medidas de inyección de liquidez, mientras que la Reserva Federal mantiene su programa de compra de activos".
Finalmente, el Banco Central "reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política".