Los intentos de Argentina de estabilizar el peso se ven afectados por los 100.000 aficionados al fútbol que, según estima Brasil, cruzarán la frontera para ver cómo trata de ganar el Mundial el equipo nacional que lidera Lionel Messi.
Cada aficionado gastará alrededor de US$ 2.000, lo que sumará un gasto total de US$ 200 millones, según Luis Secco, director de Perspectiv@s Económicas en Buenos Aires. Los argentinos que burlen los controles cambiarios y compren dólares en el mercado negro presionarán la paridad cambiaria, que ha caído 8,7 por ciento el último mes, mientras que el consumo de los viajeros que usen tarjetas de crédito o compren pesos en el mercado oficial afectaría reservas de US$ 28.600 millones, que ya rondan el nivel más bajo en ocho años.
Los tres años de controles de capital de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner han resultado ineficaces en lo relativo a proteger las reservas –usadas para pagar a los acreedores– o a detener la declinación de la moneda, lo que la llevó en enero a devaluar el peso oficial en la mayor proporción desde 2002. Si la brecha de 42 por ciento entre la paridad oficial del peso y el mercado negro crece como consecuencia de una mayor demanda de dólares, los productores de soja, cuyas cosechas son la principal fuente de ingresos por exportaciones, empezarán a acumular la producción ante la expectativa de una segunda devaluación en el transcurso de este año, señaló Secco.
“Cuanto más dure Argentina en el torneo, mayor será la demanda de dólares”, agregó Secco, que planea viajar a Belo Horizonte para ver jugar a Argentina contra Irán el 21 de junio. Si Argentina llega a las últimas etapas, “la gente hará viajes caros de último momento y necesitará dinero para pagar boletos, lo que significaría una presión adicional sobre el mercado”.
Predicción para el torneo
Goldman Sachs Group Inc. dijo en una nota del 28 de mayo que Argentina –que capitanea el delantero del Barcelona FC Messi, cuatro veces jugador del año de la FIFA– tiene un 14 por ciento de probabilidades de ganar el torneo, sólo por debajo del país anfitrión. Sobre la base de modelos matemáticos, Goldman pronostica que Argentina caerá ante Brasil por 3 a 1 en la final del 13 de julio.
Argentina, que en enero devaluó el peso un 19 por ciento para frenar la declinación de las reservas, controla la venta de dólares a la paridad oficial y cobra un impuesto de 35 por ciento a las compras con tarjetas de crédito en el exterior, a efectos de desalentar el gasto en moneda extranjera. De todos modos, los argentinos gastaron US$ 916 millones en el exterior en los primeros tres meses del año, un 10 por ciento más que en igual período del año pasado.
Los dólares del Banco Central son vitales para Argentina, que se encuentra excluida de los mercados internacionales de capital desde un impago récord de US$ 95.000 millones en 2001. El gobierno debe pagar US$ 907 millones a fin de este mes y otros US$ 650 millones al Club de París en julio.