La Corte Suprema de EE.UU. desestimó hoy revisar un fallo que ordenó a Argentina pagar 1.300 millones de dólares a los fondos de inversión que no aceptaron los canjes de su deuda soberana tras el cese de pagos de 2001, lo que prácticamente agota las posibilidades legales del país para evitar ese desembolso.
La decisión golpeó con fuerza los activos argentinos. Los bonos de dólares que se emitieron bajo la ley de Nueva York cayeron casi un 9% y la tasa que pagan tuvo el mayor aumento de todos los bonos de mercados emergentes, de acuerdo a JP Morgan.
Los papeles de YPF, la petrolera que el gobierno argentino expropió hace dos años, se desplomaron en Wall Street, cerrando con pérdidas de 15%.
De acuerdo al diario Clarín de Buenos Aires, el fallo del juez Griesa que la Corte no quiso revisar, obliga a pagar US$ 1.330 a los fondos buitre liderados por NML, pero entre todos los holdouts la deuda con los intereses acumulados podría llegar a US$ 18.000 millones.
Los altos magistrados ratificaron una sentencia en primera instancia confirmada por la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York en agosto pasado.
El anuncio ha sido una sorpresa para el gobierno argentino, que esperaba al menos que la Corte Suprema optara por pedir la opinión del gobierno de EE.UU. en el caso, decisión que le habría otorgado casi un año más de tiempo.
A falta todavía de un pronunciamiento oficial, el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, convocó a una reunión de urgencia con varios de sus colaboradores para analizar la sentencia de la Corte y la presidenta Cristina Fernández anunció que hablará al país esta noche por cadena nacional.
Al haber solicitado la apelación del fallo del juez Thomas Griesa ante el máximo tribunal de Estados Unidos, Argentina ha agotado las posibilidades judiciales.
Aunque sí puede solicitar una revisión del caso en los próximos 25 días, los expertos aseguran que la Corte Suprema nunca ha aceptado revisiones cuando ya ha decidido no considerar un asunto.
“Esto no va a suceder nunca. Se trata del final del camino para Argentina, ahora todo corresponde al juez Griesa”, dijo Richard Samp, abogado de la Washington Legal Foundation y cercano a los fondos de inversión demandantes, en una conferencia con periodistas.
Samp se refería así al juez del Segundo Circuito de Nueva York, que falló a favor de los fondos de inversión encabezados por NML Capital.
Dada la apelación presentada ante el Tribunal Supremo, Griesa había dejado en suspenso la orden judicial que obliga al pago de los 1.300 millones de dólares a los fondos, a la espera de la decisión del máximo tribunal.
“Ahora es cuestión de días que Griesa levante este suspenso”, opinó Samp.
De este modo, Argentina dispone de apenas dos semanas antes de que deba hacer, el 30 de junio, un nuevo pago a los tenedores de bonos que sí aceptaron las reestructuraciones de la deuda en 2005 y 2010, tiempo en el que deberá buscar un arreglo con los fondos de inversión.
En esa fecha, el Gobierno argentino se enfrenta a un elevado pago y ya ha advertido que, si paga a los tenedores de bonos que aceptaron el canje de deuda y a los fondos litigantes que no lo hicieron, el país se situaría al borde de una nueva suspensión de pagos.
“El cumplimiento forzaría al país a encarar un serio e inminente riesgo de suspensión de pagos, con graves ramificaciones para Argentina, los tenedores de bonos y los mercados financieros”, indicaron los abogados de Argentina en un documento presentado ante el Tribunal Supremo a finales de mayo.
La decisión se produce después de que Argentina alcanzase acuerdos sobre deudas pendientes con el Club de París como parte de una estrategia para recuperar la confianza de los mercados financieros.
Además, el máximo tribunal estadounidense falló a favor de los fondos de inversión especulativos, también llamados “fondos buitres”, por lo que Argentina deberá entregar información sobre los activos de Argentina en el contexto del largo litigio.
El fondo NML había solicitado estos registros bancarios para conocer cómo mueve Argentina sus activos por todo el mundo e identificar dónde podría buscar compensaciones.
En los canjes de deuda de 2005 y 2010, Argentina logró una adhesión del 93 % de los inversores para reestructurar una deuda en mora inicial de 102.000 millones de dólares, con una quita del 65 %, fuertes ahorros en intereses y plazos de pago extendidos.
Los fondos de inversión liderados por NML Capital agrupan al 7 % restante, que exige el pago íntegro.