Se agudiza la desaceleración y cae la confianza empresarial, una combinación poco auspisiosa para el gobierno, justo cuando se negocia la reforma tributaria.
La economía cerró el primer trimestre con un crecimiento anémico y la desaceleración aún no parece tocar piso.
De acuerdo con la información preliminar, el Imacec de junio 2014 se expandió 0,8% en comparación con igual mes del año anterior y en comparación con el mes anterior la actividad económica se contrajo (-0,8%).
La cifra es muy por debajo incluso de las estimaciones más negativas del mercado. Ningún economista entre los que sigue este medio apostaba a una cifra menor al 1%.
El comunicado del Banco Central apunta a que junio registró un día hábil más que junio de 2013.
El desplome del sector manufacturero, la caída de las ventas de autos y el comercio mayorista son las principales causas.
El análisis preliminar es que las cifras publicadas hoy apuntan a que en el segundo trimestre la economía habría crecido menos de 2%.
La resultados preliminares del PIB correspondientes al segundo trimestre del año, así como las revisiones al primer trimestre, serán difundidas el próximo 18 de agosto.
Sería el menor crecimiento desde la crisis de 2009
En las mesas de dinero apuntan a una presión sobre el peso en la sesión de hoy, apostando a que el Banco Central se verá obligado a ser más agresivo con su política monetaria.
La negativa evolución de la inversión en el último tiempo y la menor actividad del consumo han desencadenado una opinión categórica, casi como un mantra, de los ejecutivos del país que señalaron al Banco Central a través de una encuesta que el segundo trimestre fue incluso peor que el primero en resultados, y que esta condición se mantendrá lo que resta del año.
De acuerdo a esta encuesta del Banco Central, que sirve como antecedente de política monetaria, los entrevistados –en su mayoría- respondieron que el desempeño de sus negocios en el segundo trimestre “mantuvo la debilidad del primero y, en algunos casos, se acentuó”.
En ese sentido, el BC señala que los encuestados ven como principales gatilladores del momento económico del país la incertidumbre generada por la reforma tributaria, que “ha afectado sus decisiones y consideran está alterando las decisiones de sus pares y de los consumidores”.
En el informe, además, muestran que para los empresarios, las perspectivas para la inversión seguirán apuntando a un bajo crecimiento. ¿Año perdido? Las opiniones apuntan a que recién en el 2015 se volverá a ver “alguna mejoría”.
La preocupación también va por la reducción de costos ante un escenario adverso durante este año, “enfocado en la búsqueda de alternativas más baratas de insumos y servicios, y/o en la mayor polifuncionalidad de los trabajadores”.
El costo de la energía y los combustibles, por lo mismo, fue un elemento de preocupación transversal entre los distintos sectores entrevistados.
Pese a esto, y si bien ha aumentado el desempleo, no ven mayores cambios en las cifras del mercado laboral. Además, en la evaluación del informe al sector financiero, los bancos entrevistados destacan la mayor dificultad para colocar créditos. A juicio de la banca, “las personas y empresas están evitando aumentar su endeudamiento dado el panorama de mayor incertidumbre”.