“Bien, vamos al grano, dijo el pollo: como ya es sabido por ustedes, yo soy directamente relacionado al Grupo Penta; en particular, tengo una relación comercial con el grupo, mi papá es uno de los principales accionistas y para nadie es una novedad que tanto él como su socio pasan por momentos bastante difíciles… En mis seis años en esta radio he intentado administrar con la máxima prolijidad los naturales conflictos de intereses que son propios de la vida, pero hoy, queridas auditoras y auditores, no puedo ser neutral. Como ustedes comprenderán, ante un nexo tan cercano, con alguien que te dio la vida es imposible, al menos bajo mis estándares, mantener la total objetividad. Solo puedo decir que mi papá siempre ha llevado su vida con rectitud y ajustado a la ley, confío en él y espero que esto se resuelva de buena forma… Por todo lo explicado anteriormente, será la última vez que me refiera a este tema y serán otros en esta radio quienes informen del evento en cuestión. Muchas gracias por su comprensión".
Con esas palabras, y con Bob Marley cantando "I wanna love you" de música de fondo, Carlos Lavín Subercaseux transparentó su difícil posición como conductor del programa ‘Información Privilegiada’, en Radio Duna, y el hecho de que su padre, Carlos Eugenio Lavín, sea fundador del grupo y uno de los focos del caso que ha puesto al centro de la agenda la naturaleza de la relación dinero-política en Chile.
Ese comentario lo hizo el 27 de agosto. Un mes antes, el 30 julio –y luego de leer la noticia sobre la presentación de denuncia del Servicio de Impuestos Internos (SII) contra Hugo Bravo, ex director del Grupo y cercano a los controladores por más de 25 años–, ya se había referido al caso y revelado parte de su relación con los actores principales de la trama.
Comentó que "era un asunto personal del señor Hugo Bravo y no del grupo Penta", al tiempo que reconoció que, en un ámbito personal, conoció a Bravo durante muchos años, "y –señaló– estoy igualmente, probablemente, sorprendido que todo el mercado financiero y la gente que lo conoció y espero que aclare sus asuntos personales ante las autoridades, y dejemos que la justicia finalmente dictamine lo que sea".
Pero, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse al margen del caso, la investigación lo complica y le salpica cada vez más cerca.
¿La razón? El conductor del programa más escuchado por Sanhattan participó en la última reunión entre Hugo Bravo y su padre. La reunión es parte de, al menos, dos querellas relacionadas con el caso. Cercanos a la investigación dicen que probablemente será citado a declarar ante la Fiscalía. Además, Lavín Subercaseaux también compartió directorios con Bravo en dos empresas del grupo: Penta Vida y Penta Las Américas.
Lavín Subercaseaux no ha tenido participación en el comité de crisis de Penta, encabezado por el ex canciller Alfredo Moreno, director de Empresas Penta y cuatro filiales, y que integran representantes de las empresas de comunicaciones Imaginacción, Extend y Rumbo Cierto, como también de los estudios de abogados Harasic & López, a cargo de la defensa penal, y Alcaíno Abogados, asesor histórico en materia civil. Aunque fuentes al interior del Grupo Penta afirman que Lavín Subercaseaux probablemente no sabía de las actividades por las cuales Bravo está en tanto problema, pero que una vez que estalló el caso se puso al corriente y su opinión es valorada por su padre.
Lo que más complica al conductor de 'Información Privilegiada' es la reunión en que acompañó a su padre en la casa de Bravo. Respecto a quién había acompañado a Carlos Eugenio, hasta ahora solo se referían a la presencia de "uno de sus hijos", pero este medio confirmó con varias fuentes que ese hijo es Lavín Subercaseux.
La reunión era por la demanda laboral de Hugo Bravo, en la que persigue una indemnización, principalmente por “despido lesivo de derechos fundamentales”. Bravo asevera que los dueños de Penta, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, sabían de los dineros entregados a campañas políticas, los que califica como “extraordinarios”.
En una conversación ocurrida el 7 de septiembre de este año –según señala la demanda–, en la casa de Bravo, Carlos Eugenio Lavín, quien en ese momento era acompañado por el conductor de Radio Duna, le dice a Bravo, refiriéndose al pago de indemnizaciones:
“(…) Por los pagos, no te preocupís weón, si esa weá te la vamos a pagar toa, o sea, yo me encargo de esa weá pero véanlo eso con Fello como vamos a hacer para pagar allí está viendo el tema… Según él que se iba a preocupar, a hacer unas movidas, una triangulación”…”. Se aclara que la alusión a Fello es al abogado Alfredo Alcaíno.
Según Bravo, Alcaíno –en una reunión realizada en la oficina de éste, en Vitacura, el 28 de julio pasado– fue quien ideó la estrategia, junto a Délano y Lavín, de usarlo como “chivo expiatorio” y “cortina de humo”.
Durante la conversación del día 7 de septiembre de 2014, se hablaron diversos temas, incluida la forma estratégica de enfrentar al Servicio de Impuestos Internos, como lo que la prensa ha denominado la “arista política”, “intercambiando ideas sobre dichos acontecimientos, las supuestas formas como la prensa explicaba los supuestos aportes a campañas políticas, fuera del marco de la Ley Electoral de diversos y connotados políticos nacionales incluso de ex presidenciables”.
“En ese contexto, no es posible creer en atención a la supuesta envergadura de los supuestos pagos 'extraordinarios' a supuestas campañas políticas que ellos han sido efectuados o atribuidos al denunciante como una gestión personal o sistema irregular para entregar dichos aportes, puesto que claramente las sumas que la prensa señala no podrían más que haber sido conocidas por los socios controladores del Grupo Penta”, señala el escrito, entre otras cosas.
Por su parte, Lavín padre interpuso su propia querella en contra de Bravo la semana pasada, por haber grabado esa reunión.
De acuerdo a The Clinic, la reunión tuvo lugar en el living del departamento de Bravo en San Damián. La demanda buscaría que no se revele el contenido del audio, algunos de cuyos fragmentos ya fueron transcritos por Bravo en una demanda laboral.
Nuevamente, Lavín Subercaseaux podría ser testigo clave en esa demanda.
Liberal y Velasquista
‘Información Privilegiada’ es considerado por muchos el programa de más alcance e impacto en el mundo de los mercados. Escuchado por expertos y amateurs, atraídos por la irreverencia y frescura de sus conductores, y la inteligencia de sus preguntas.
Lavín hijo se autodefine como liberal y apoyó públicamente a Andrés Velasco en las últimas elecciones. De ahí que se especule que la relación Penta con el ex candidato presidencial sea más estrecha de lo que se ha revelado hasta ahora.
Está en favor de legalizar la marihuana, a veces se le acusa de ser antirreligioso y se declara orgulloso de seguir soltero. Se le da crédito de ser duro con malas prácticas empresariales, algo que fue muy evidente cuando estalló el escándalo de La Polar. Dijo que ese caso era igual que el de los sacerdotes Karadima y Maciel: "Había un rumor, nadie hizo nada y después todos los que creyeron compraron acciones y paga Moya. Con las redes de protección, con gente como Karadima, Maciel y La Polar, siempre pagan los más desvalidos".
Carlos Eugenio Lavín Subercaseaux nació en Madrid el 7 de junio de 1974. Su padre se instaló en España cuando salió elegido Salvador Allende, al igual que Fernando Larraín Peña, para quien trabajó cuando éste último era socio del grupo Los Pirañas junto a Javier Vial y Ricardo Claro. Regresó a Chile en 1975 y, nuevamente, se enroló en una empresa de Larraín Peña que había formado un conglomerado de mucho mayor tamaño con Manuel Cruzat, quien había sido gerente de estudios de Los Pirañas. Lavín padre asumió como gerente general de la compañía de seguros generales Consorcio, donde conoció a Carlos Alberto Délano, el gerente comercial. Nunca más se separaron.
Lavín Subercaseaux es miembro de la reserva naval, pues hizo el Caor Yates –Curso de Aspirantes a Oficiales de Reserva (CAOR)–. Este cuerpo de reservistas los ha seleccionado la Marina entre los empresarios más conspicuos del país, como Agustín Edwards E., Nicolás Ibáñez y Bernardo Matte, entre otros. Lavín Subercaseaux es de la promoción 2010 y posee el grado del “subteniente reserva naval yates”. Altas fuentes de la Marina han comentado que el Pentagate les preocupa, justamente por la situación de este ilustre integrante de sus fuerzas de reserva.