Publicidad

El mejor pronosticador del mundo prevé paridad entre el euro y el dólar

Publicidad


Ser más bajista respecto del euro que el consenso general ayudó a ING Groep NV a convertirse en el pronosticador de monedas más certero del mundo en 2014. La firma holandesa no ve motivos para modificar su estrategia ahora, abriéndose de la manada para predecir una caída a la paridad con el dólar en el término de dos años.

Después de ver que la moneda de 19 países ayer caía a US$1,1839 desde el nivel más alto del año pasado de US$1,3993 en mayo, ING considera que continuará su caída hasta llegar a US$1 –nivel que no se veía desde 2002-. La mediana de estimaciones de más de treinta pronosticadores que participaron en una encuesta de Bloomberg es de US$1,16 para fines de 2016.

ING prevé que las medidas del Banco Central Europeo para reactivar la débil economía de la zona euro y evitar la deflación tendrán más consecuencias negativas para el euro que la mayoría de las firmas. Pocos inversores querrán la moneda cuando las autoridades aumenten la oferta monetaria, en especial en momentos en que la Reserva Federal de los Estados Unidos hace más atractivos los activos denominados en dólares al elevar las tasas de interés.

“Somos una de las firmas más bajistas respecto de la relación euro-dólar”, dijo telefónicamente ayer Petr Krpata, estratega de divisas de ING en Londres. “Parecería que la Fed pronto empezará a subir las tasas, posiblemente incluso hacia fines del segundo trimestre, y esto favorecerá aún más la divergencia de políticas”.

Nuevo campeón

ING encabezó los rankings de analistas de divisas de Bloomberg durante los cuatro trimestres que terminaron el 31 de diciembre, ascendiendo del segundo puesto y reemplazando a la institución de préstamo alemana Landesbank Baden-Wuerttemberg en el primer puesto.

En una de las mejores predicciones de la firma, ING pronosticó a comienzos de 2014 que el euro caería 13 por ciento a US$1,20 para el 31 de diciembre, frente a una mediana de estimaciones de una encuesta de Bloomberg de US$1,28 en aquel momento. La moneda común terminó el año en US$1,2098.

Ayer surgió un nuevo motivo para que los estrategas sean bajistas respecto del euro cuando los datos mostraron que los precios al consumidor de la zona euro bajaron 0,2 por ciento interanual en diciembre, primera caída anual en cinco años. Eso se sumó a las presiones para que el presidente del BCE Mario Draghi comience a comprar bonos soberanos como parte de una estrategia para inyectar dinero en la economía y hacer bajar el euro.

Krpata, que colabora en la recopilación de pronósticos de ING de Amsterdam junto con el responsable de estrategia monetaria Chris Turner, prevé que el BCE anunciará la llamada flexibilización cuantitativa en su primera reunión de política de este año, que se celebrará el 22 de enero, antes de brindar los detalles el 5 de marzo. Los funcionarios del BCE sólo han dicho que están evaluando la flexibilización cuantitativa.

Publicidad

Tendencias