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CAP bajo la lupa de SVS: regulador oficia a corredores ante ola de rumores en Bolsa

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CAP se está haciendo un espacio en la apretada agenda de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). La entidad dirigida por Carlos Pavez tiene a su haber varios procesos fiscalizadores en curso, como son las OPAs que se hicieron por Cruz Blanca, Habitat y CGE; la presunta información privilegiada que la SEC –el regulador de valores de Wall Street– le imputa a los ex Consorcio Juan Bilbao y Tomás Hurtado; y el Caso Cascada, el cual aún podría traer sorpresas respecto de la eventual responsabilidad de sus directores en el famoso “esquema”.

Sin embargo, las fuertes variaciones que ha registrado la acción de CAP han obligado a Carlos Pavez a tomar acciones.

Ya lo hizo el miércoles pasado, cuando ofició al presidente de CAP, Roberto de Andraca, para que entregue cualquier antecedente que pudiera aportar a una mejor comprensión respecto de la situación de la compañía, pero luego hizo lo propio con los corredores de bolsa.

El viernes en la mañana pidió a las intermediarias información de todas las compras y ventas de la acción de CAP desde julio de 2013 al 6 de febrero de este año; un hecho que supone una revisión explícita de las operaciones sobre los papeles de la acerera, los que en el último tiempo han sido objeto de diversas especulaciones.

El cuestionado último aliento de CAP

El oficio que el regulador de Valores remitió al presidente de CAP se dio en una semana marcada por fuertes ganancias del papel, interrumpiendo una larga racha negativa para la acción.

Los últimos cinco años han sido absolutamente malos para los títulos de la empresa. Gracias a una favorable primera mitad de 2010, la acción logró trepar en septiembre de ese año sobre los $ 26.000.

Desde entonces, empero, su rumbo va de mal en peor. El 30 de enero de este año, CAP cerró en $ 1.552, un precio tan bajo que, aparentemente, supuso un importante punto de inflexión, esto considerando que desde entonces saltó hasta los $ 2.496,3, un avance superior al 60% en sólo una semana (con un parcial de 75% hasta la penúltima jornada).

En el documento a De Andraca se pidieron antecedentes que sirvan para tener cabal cumplimiento respecto de la situación de la empresa, pero no sólo por las bruscas cotizaciones en CAP sino también por un informe de Citi (del 2 de febrero), en el cual proyectaba que este año la empresa debería renegociar sus covenants, considerando las negativas perspectivas para el hierro en los próximos tres años.

“En el último tiempo varias asesoras de inversión han efectuado pronósticos del precio del hierro a la baja y, como consecuencia de ello, proyectan en forma totalmente independiente y sin comunicación alguna con la compañía, escenarios como el incumplimiento de covenants, renegociaciones de deuda e incluso la venta de activos”, partió diciendo en su respuesta el presidente de CAP, quien agregó que, a pesar de que ninguna de estas últimas alternativas puede descartarse, los informes de tales instituciones financieras se basan en sus propias hipótesis, sobre las cuales sólo ellas pueden responder.

Finalmente, De Andraca concluyó que “no se ha producido ningún hecho o circunstancia especial que lo explique”, en relación a la cotización del papel, una línea similar a las distintas respuestas que la empresa ha reportado a la Bolsa, la cual producto de estas bruscas cotizaciones ha tenido que suspender los negocios en CAP.

¿Quién compra, quién vende?

Antes de su sorpresivo rally alcista, CAP venía sufriendo una fuerte presión vendedora. Algunas especulaciones apuntaban a que un grupo de inversores estaría castigando el precio del papel para luego presentar una oferta por la compañía.

Sin embargo, por ahora, sólo hay dudas sobre lo que está pasando con la empresa y con las transacciones de sus papeles.

Las palabras de De Andraca sorprendieron en el mercado, pues en los seis meses (desde fines de julio de 2014) que el valor bursátil de la compañía se desplomó a un quinto de su precio, desde US$ 2.000 millones a casi US$ 400 millones, nunca mostró sorpresa por lo que ocurría con la compañía (el precio bajaba de casi $ 7.800 por papel a niveles cercanos a los $ 1.500) y, sin embargo, cuando la acción rebotó un 75%, pero recuperando sólo un 20% de lo perdido desde julio de 2014, indicó que dicho aumento no tenía justificación y, aún más, que “claramente sería inconsistente con los pronósticos de deterioro en los negocios de la compañía por parte de las firmas asesoras de inversión”.

Analistas del sector indican que no hay planificada reunión alguna con la empresa sino hasta el 6 de marzo próoximo, cuando se conozcan los resultados del último cuarto de 2014 y de todo el ejercicio. Las corredoras que han bajado la recomendación de precio de CAP han estado preparando sus informes –que sostenidamente redujeron la recomendación de la acción– sin conocer los estados financieros y sin hablar con sus ejecutivos.

Las operaciones que dieron pie a la solicitud de información por parte de la SVS no revelan sus actores principales. Sin embargo, lo cierto es que los volúmenes salen de lo común.

El promedio diario de transacciones hasta mediados de 2014 giraba en torno a 150 millones de acciones, cifra que subió al doble durante la segunda parte del año y enero de 2015.

No obstante, el amanecer de febrero hizo que saltaran violentamente las transacciones. Tras un 2 de febrero en que se transan volúmenes inferiores a lo normal, el 3 de febrero se dispara a 1,5 millón de acciones y sobre 1,7 millones al día siguiente. En un pequeño lapso de cuatro días, la acción sube casi 75% y el volumen involucrado representa casi el 3% de la propiedad de la compañía (4,4 millones de acciones).

En dicho período, además, al menos hasta el cierre de diciembre de 2014, las AFP sufrieron duramente con la baja de precio, pero no se movieron de la propiedad.

A julio, manejaban el 8,74% de CAP, porcentaje que elevaron marginalmente en los meses siguientes y que rebajaron a 8,18% a fines de diciembre. El impacto en el valor de su inversión en dicho lapso supera los US$ 100 millones. Se especula con que las AFP habrían vendido en enero y febrero de 2015 parte de su inversión y que hábiles inversionistas habrían aprovechado la oportunidad.

AFP, Citi-Banchile y ventas cortas

La SVS deberá investigar si lo ocurrido con el papel fue un fenómeno propio del mercado o si hubo operadores que influyeron en la evolución del precio y luego tomaron ganancias la primera semana de febrero de 2015.

En ese contexto, las operaciones de venta corta –en que un inversionista acuerda la venta de sus acciones por algunos días para luego comprar de vuelta– han llamado la atención.

Pulso publicó, la semana pasada, que entre el 29 de enero y el 4 de febrero pasados el stock de venta corta sobre CAP subió de 700 mil papeles hasta 2,6 millones de acciones, mientras el monto se elevó de $ 3.408 millones a $ 4.519 millones, y que Larraín Vial habría liderado las operaciones, seguido por Banchile, Scotiabank, Security y EuroAmerica.

Justamente, los informes de Citi-Banchile han llamado la atención por la evolución de sus recomendaciones, las que han tenido, a su vez, impacto en la evolución del mercado. Luego de errar en el primer semestre de 2014 en las estimaciones de precio objetivo –al igual que todas las corredoras que no pudieron prever lo que ocurriría en el mercado del hierro– Banchile recomienda vender el 7 de noviembre y baja el precio objetivo de $ 7.300 a $ 4.900, dejando la anterior estimación del 10 de octubre, que recomendó por última vez “mantener” a $ 7.300.

La sorpresa se agiganta cuando el mismo banco decide, cuatro días después, seguir recomendando vender, aunque con un precio de $ 3.600, casi un 25% por debajo de su recomendación efectuada media semana antes, modificando así su estimación de precio del hierro en cerca de un 20% a la baja. La acción cae casi 7% en dos días, pero al día siguiente vuelve a subir en un porcentaje similar.

Este comportamiento errático, de caídas por algunos días y de salto discretos en uno o dos días, se repite en varias ocasiones, coronando la anormalidad de las fluctuaciones a comienzos de febrero de 2015.

“Yo no sé por qué ha rebotado en los últimos tres días. De hecho, actualizamos nuestra visión el domingo (2 de febrero) en la noche. El lunes en la mañana, antes de la apertura, recomendamos a los clientes vender la acción. Y eso efectivamente porque aún vemos un entorno en que el precio del hierro seguirá a la baja, porque hay mucha nueva oferta viniendo al mercado en los próximos años y vemos desde la demanda el menor crecimiento de los últimos 10 años por parte de China”, explica Andrew McCarthy, de Citi-Banchile.

En su opinión, hoy se ve un balance entre oferta y demanda que no favorece a los precios del hierro. “Dado que CAP es hoy una compañía cuyo Ebitda está en un 80% vinculado al hierro, eso va a impactar bastante sus resultados. Los fundamentos del negocio de CAP sugieren que la empresa no va a mostrar el mismo desempeño operacional de los últimos años. Su generación de flujo de caja libre va a ser bastante más baja, incluso negativa, y la compañía tiene bastante deuda. Eso significa que probablemente la empresa va a fallar uno o dos covenants, y ahí tendrá que hablar con los acreedores para ver esa situación”, agrega.

Ninguna de las recomendaciones que se conocen en los últimos meses en el mercado valora positivamente la baja del precio del petróleo ni el alza de tipo de cambio como factores que pudieran contener la crisis del negocio de CAP, y tampoco son relevantes para su presidente.

También se suma al cóctel de lo ocurrido con la minera el alto número de bancos de inversión que iniciaron cobertura de CAP en 2014 y que se sumaron a las recomendaciones negativas para la acción.

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