El síndico de quiebras, Herman Chadwick Larraín, que se encargó del convenio judicial preventivo de la Agrícola Wiesner –exportadora de frutas ubicada en Rancagua, de propiedad de Patricio Wiesner– asegura que nunca supo que el otro socio de Caval era Natalia Compagnon, la nuera de Michelle Bachelet. “Me enteré por la revista Qué Pasa”, cuenta desde el sur, donde se encuentra pescando.
“Eran 84 hectáreas en total, incluidas las tierras que aportó la señora de Wiesner (Helga Riffart) para responder por las deudas. Las dividimos en dos: la parte agrícola, que sacamos a remate a través de Macal, y con eso pagamos los sueldos de los trabajadores y sus imposiciones; y la otra parte, que iba a tener valor urbano, que está frente al semáforo”.
Explica que inició los trámites para el cambio de uso de suelo en la Municipalidad de Machalí, para que los fundos Santa Cecilia, San Diego y Santa Elena, ubicados en el kilómetro 7 de la Carretera del Cobre que une a la Alameda de Rancagua con la mina El Teniente de Codelco, tuviesen destino urbano. “Y empezamos a buscar interesados, a ofrecer los terrenos a las inmobiliarias, y un día el señor (Mauricio) Valero llegó a mi oficina, dijo estamos interesados, hizo una oferta, después la subió un poco, porque el precio que teníamos más o menos estipulado era de 0,6 UF el m², el valor de mercado”.
Los acreedores lo aprobaron y Valero dejó un cheque por $100 millones. “Me dijo que tenía un financiamiento del Banco Santander, pero cuando venció el plazo de la promesa de compraventa le expliqué que la única manera de seguir adelante era que entregara un vale vista y que la prórroga debía contar con el visto bueno de la junta de acreedores”, sostiene Herman Chadwick, quien lleva el mismo nombre de su padre, el ex presidente de Copsa y del CNTV.
La promesa se firmó el 5 de septiembre de 2013 y vencía en noviembre, según Qué Pasa. Ahí es cuando Valero pide la prórroga y se presenta nuevamente en su oficina con un vale vista por $100 millones y una carta del Banco de Chile, “que decía que estaba en trámite el crédito” por el total de la operación, esto es, $6.500 millones. Valero le pidió autorización para tasar la propiedad y funcionarios del Banco de Chile concurrieron a realizar esa tarea para el estudio de títulos de dominio. “Y en enero de 2014 se concretó la compraventa con abogados del Banco de Chile”.
Desde La Moneda se corrigió ayer la fecha de entrega del crédito: no fue el 16 de diciembre de 2013, un día después de la elección que ganó Michelle Bachelet, sino el día 13. Y el Banco de Chile informó este domingo que a la reunión con Andrónico Luksic, vicepresidente y controlador de la institución en la cual se solicitó el crédito, Natalia Compagnon asistió acompañada de su marido Sebastián Dávalos, hijo mayor de la Presidenta. Esta se concretó el 6 de noviembre de 2013.
El 17 de enero de 2014, en la notaría de Patricio Raby, se firmó el contrato mediante el cual la empresa Exportadora y de Gestión Caval –cuyos socios son Mauricio Valero (50%) y Natalia Compagnon (50%)– compró las 44 hectáreas de terrenos agrícolas a Patricio Wiesner, quien fue representado por el síndico de quiebras Herman Chadwick y Helga Riffart. El 11 de marzo de 2014 fueron inscritos en el Conservador de Bienes Raíces de Rancagua a nombre de su nuevo dueño.
Chadwick sostiene que hubo “uno o dos interesados más, pero no ofertas tan concretas y a precios menores”. Con el dinero pagado por Caval se cancelaron las deudas de Wiesner, que oscilaban entre $4 mil y $5 mil millones, y cuyo principal acreedor era el Rabobank, y en menor medida el Security y el BCI. “Se pagó al 100% de los acreedores y Wiesner recibió unos $2 mil millones. Fue una gestión cero falta”.
Aclara que, al no tratarse de una quiebra, sino de una liquidación ordenada de activos, la que fue solicitada por Wiesner, se puede vender en forma directa, no siendo necesaria una licitación
Valero nunca habló de otros socios
Consultado sobre si Valero le preguntó por el avance en los trámites para cambiar el uso de suelo de rural a urbano en el Plan Regulador, sostiene que “nunca me habló del Plan Regulador, yo le dije los trámites están iniciados, aquí le paso la posta”.
Cualquier cambio requiere el visto bueno de seis municipios, entre ellos, Rancagua y Machalí, y el Concejo Municipal de Rancagua, cuyo alcalde es el UDI Eduardo Soto Romero, rechazó la propuesta del Seremi de Vivienda, en agosto de 2013, porque no incluía nuevas carreteras entre Machalí y Rancagua. Para destrabar el asunto, en agosto de 2014, cinco meses después de la inscripción de los terrenos a nombre de Caval, el nuevo Seremi de Vivienda, Wilfredo Valdés, licitó la confección de un nuevo Plan Regulador y se reactivó una mesa de trabajo de los municipios de Rancagua y Machalí junto a enviados de distintos ministerios –Vivienda, Obras Públicas, Interior, Transportes y Desarrollo Social– para buscar una salida de consenso al problema, relata Qué Pasa.
Chadwick asegura que Valero nunca le habló de otros socios y que él tampoco preguntó. “Lo que me hizo mucho sentido es que llegó con un crédito aprobado del banco. Yo estaba metido en las quiebras de Rabié y AcuiNova del grupo español Pesca Chile y este era un tema más”.
Se sorprendió –dice– cuando el viernes pasado se enteró por la prensa que la socia de Valero es la nuera de la Presidenta Bachelet. “Nunca he estado con ella. Cuando se le dio la prórroga (a raíz de que no fructificó el crédito del Santander) me mandó al abogado Andrés Levine. Fue el abogado con el cual vi la promesa y los estudios de título (de los terrenos)”.
Levine se hizo conocido a raíz de su defensa a José Miguel Mazza Alaluf, quien fue parte de una red familiar de lavado de dinero con su hermano Mauricio Mazza Alaluf, condenado y preso durante tres años en Estados Unidos por conspiración y transferir fondos sin contar con licencia.
El abogado sostuvo que para hablar debía contar con autorización de sus clientes, pero no respondió llamados posteriores.
A raíz de los problemas con el Plan Regulador, Caval no pudo vender los terrenos con destino urbano como pretendía y pidió una prórroga al Banco de Chile. El 21 de enero pasado, a pocos días de vencer el plazo impuesto por el banco, firmó una promesa con Ruta 86, el holding de empresas de Hugo Silva Martínez –dueño del rodoviario de Rancagua, de camiones y bodegas– por $9.500 millones.
Consultado acerca de si la compra está a firme y se va a concretar, Manuel Guerrero, gerente general de Ruta 86, respondió que la empresa no va a hacer declaraciones.
Gonzalo Vial Concha también espera cambio de uso de suelo
No sólo Caval se interesó por el negocio inmobiliario en Machalí, que se ha convertido en la zona de expansión natural de Rancagua. Gonzalo Vial Concha, dueño de Graneles de Chile y Vitra, que abastece de granos y fertilizantes a distintas empresas, entre ellas, Agrosuper, en la que es socio junto a su padre del mismo nombre, también posee terrenos en las inmediaciones de los adquiridos por Caval. Conocido en la zona por sus negocios, sus caballos corraleros y sus tierras, inició una reprogramación de deudas por US$200 millones, para lo cual contrató la asesoría de Herman Chadwick en septiembre pasado, con el fin de que encabece las negociaciones con los bancos acreedores.
Cercanos a Vial calculan que posee unas 300 hectáreas en las inmediaciones y que las fue adquiriendo con el tiempo a distintos dueños, como Wiesner, el agricultor Fernando Retamales y Mario Vargas –dueño de Buses Link, que transporta personal a El Teniente–. “Están plantadas con frutales, pero las compró pensando en un negocio inmobiliario”, afirma un empresario rancagüino que conoce a Vial.
Vial Concha recibió una asesoría de Natalia Compagnon, que nunca ha sido especificada y a la que su marido Sebastián Dávalos se refirió en Qué Pasa. “Ellos tuvieron una muy buena relación profesional. Sobre la asesoría no te puedo responder, primero porque no tengo la claridad y segundo porque no tengo la facultad debido a cláusulas de confidencialidad en el contrato”.
Y agregó que Caval Inversiones “no tiene nada que ver con Agrosuper y yo, Sebastián Dávalos, nunca he tenido nada que ver con Agrosuper, no conozco a Gonzalo Vial Vial y, es más, ni siquiera sabía dónde estaba ubicado Freirina en el mapa hasta que estalló el conflicto”.
Las sociedades de Natalia y Sebastián
Sebastián Dávalos (35) y Natalia Compagnon (31) se conocieron estudiando Ciencias Políticas en la Universidad Central. Ella iba en segundo año; él, en quinto. Fue un flechazo, porque al día siguiente se pusieron a pololear. Se casaron el 14 de octubre de 2012 en el fundo del Haras Callana de Paine, que les prestó Gonzalo Vial Concha, en una ceremonia en la que el novio lució un bastón y un sombrero de copa rojo. Son padres de Damián (6) y Lucas (4).
Entre diciembre de 2006 y agosto de 2012, Compagnon constituyó cinco sociedades. Una con Sebastián Dávalos (D&L Group). Otra con su madre Margarita Soto (Inmobiliaria e Inversiones San Lucas). Otra llamada Asia Pacific Brokers con el chino Yun Tso Lee, director del Centro de Estudios Internacionales de la U. del Desarrollo, quien fue profesor de Sebastián Dávalos en la U. Central, hicieron un paper juntos y el chino lo invitó a dictar charlas a la UDD. Otra con Steve Rogers Garrido y Ricardo Barona (CBR Group) para importar equipos de audio y video, que no funcionó. Y Caval, que constituyó el 3 de diciembre de 2012 con Mauricio Valero Illanes, quien trabajó diez años en Tech Data. Esta sociedad es la propietaria de cuatro exclusivos automóviles Lexus, avaluados cada uno en $30 millones, para uso de los gerentes y el directorio de Caval, según declaró Dávalos a Qué Pasa. Compagnon se mueve en uno de ellos: “El auto es como mi segunda casa, paso metida acá, yendo a reuniones, acarreando a los niños, al trabajo y comprando cosas para la casa”, declaró al desaparecido suplemento El Semanal de La Tercera.
Dávalos participa en una sociedad –CyD– con Manuel Contreras Chamorro, creada para asesorías informáticas. El capital de las seis asciende a $32 millones, pero sólo una está operativa –Caval– aseguró Compagnon a El Semanal. Su marido explicó que Caval es una consultora dedicada a la gestión de negocios, “que desarrolla proyectos por encargo y representa empresas más chicas que, a veces, no pueden por el tamaño o por falta de contactos, llegar a los mercados que les interesan”.
En el caso de los terrenos de Machalí, Caval no actuaba por encargo. Hasta ahora se sabe que el diferencial de $3.000 millones que dejará la venta –una vez que se concrete– es para los socios de la firma: Compagnon y Valero.