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China rebaja su meta de crecimiento a alrededor del 7% en tanto Li anuncia más vientos en contra

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China fijó la meta de crecimiento económico más baja en más de quince años y anunció más vientos en contra en tanto los dirigentes del país se enfrentan a los efectos secundarios de una expansión que duró una generación, fomentó la corrupción, alimentó la deuda y perjudicó al medio ambiente.

La meta de alrededor del 7 por ciento –por debajo del objetivo del año pasado de aproximadamente el 7,5 por ciento- aparece en el informe de trabajo del premier Li Keqiang ante la reunión anual de la legislatura celebrada el jueves en Pekín. La política fiscal seguirá siendo proactiva y la política monetaria, prudente, en tanto el tipo de cambio del yuan se mantendrá en un nivel razonable y equilibrado, dijo el gobierno.

Vientos en contra que incluyen una caída de las propiedades, un exceso de capacidad en la industria y desinflación llevaron a la segunda rebaja de tasas de interés en tres meses durante el fin de semana. Las autoridades anunciaron para este año un déficit de presupuesto más grande de alrededor del 2, 3 por ciento del producto interno bruto, agregando poder de fuego fiscal al estímulo monetario.

“La economía está en transición y el gobierno está comprometido con la implementación de reformas y de la campaña anticorrupción”, dijo Tao Dong, economista jefe regional para Asia excluido Japón de Credit Suisse Group AG en Hong Kong. Estas cosas “son importantes para China a largo plazo pero debilitan el impulso del crecimiento a corto plazo”, agregó.

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El informe de Li, con el que quedó inaugurada la asamblea del Congreso Nacional Popular, es el segundo que presenta desde que el funcionario de 59 años fuera nombrado premier hacia el final de la reunión de 2013. Conjuntamente con el presidente Xi Jinping, Li está tratando de aumentar la eficiencia e impulsar las fuerzas del mercado.

“Las dificultades que habremos de encontrar en el año que tenemos por delante podrían ser más grandes que las del año pasado”, señaló Li en el informe. “El modelo de crecimiento económico de China sigue siendo ineficiente: nuestra capacidad de innovación es insuficiente, el exceso de capacidad es un problema pronunciado y las bases de la agricultura son débiles”.

Las autoridades están tratando de llegar a un equilibrio entre la necesidad de amortiguar la desaceleración de la economía con estímulo monetario y fiscal y las metas de más largo plazo. Buscan fortalecer el papel de la empresa privada, promover la innovación y reformular el marco fiscal mientras trasladan el eje de la economía de las inversiones basadas en deuda a un aumento del consumo y los servicios.

Li anteriormente había dicho que una expansión más lenta era tolerable mientras se crearan suficientes puestos de trabajo. Pese a que el crecimiento económico el año pasado se desaceleró a 7,4 por ciento, el ritmo más débil desde 1990, el país creó 13,2 millones de empleos urbanos nuevos, superando la meta de 10 millones así como también la del año anterior de 13,1 millones.

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