La Reserva Federal de los Estados Unidos enfrenta otro enigma del mercado de bonos en momentos en que se dispone a subir las tasas de interés.
Las autoridades, comprendido el presidente de la Fed de Nueva York, William C. Dudley, sugieren que hay algún problema con los rendimientos de los bonos, que no suben conforme se recupera la economía. Pero los operadores indican que hay pocos motivos para que los rendimientos de los bonos del Tesoro dejen de estar deprimidos.
La historia respalda al mercado. El diferencial entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años y la tasa de 24 horas de la Fed es el que debe ser basado en situaciones anteriores. Por otra parte, en las últimas cuatro décadas ha sido inusual que los inversores exijan mayor compensación por tener deuda a más largo plazo cuando el banco central sube su tasa clave.
Tal vez el mensaje más importante del mercado de bonos sea que el propio pronóstico de la Fed respecto de cuándo subirán las tasas de referencia es demasiado alto, incluso después de que los banqueros centrales bajaran sus estimaciones el mes pasado. El mercado prevé tasas de 2 por ciento en 2018, casi la mitad de lo que contempla la Fed.
La Fed ha “estado errada durante mucho tiempo”, dijo Jeffrey Gundlach, fundador de DoubleLine Capital, que tiene sede en Los Ángeles y administra US$73.000 millones en activos. “Su aporte sobre lo que sucederá en el futuro ha sido literalmente inútil, dado que los cálculos del mercado han sido más acertados”.
El dilema recuerda el llamado “enigma de Greenspan” de 2005, cuando los rendimientos a largo plazo seguían cayendo a pesar de que Alan Greenspan, que era entonces presidente de la Fed, elevaba los costos crediticios más de 4 puntos porcentuales. El mercado frustró sus intentos de contraer el crédito y reducir los excesos que contribuyeron a la peor crisis financiera en 80 años.
Diferencial de rendimientos
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años de referencia volvieron a bajar la semana pasada -0,12 puntos porcentuales, a 1,84 por ciento- en tanto un informe gubernamental indicaba que en marzo los empleadores incorporaron la menor cantidad de trabajadores desde diciembre de 2013. El incremento de 126.000 fue más débil que el pronóstico más pesimista de una encuesta de Bloomberg, lo que frenó las perspectivas en cuanto al momento de un aumento de tasas.
Dudley, que es vicepresidente del Comité Federal de Mercado Abierto, FOMC por la sigla en inglés, dijo en un discurso del 27 de febrero que “sería apropiado elegir un camino más enérgico de normalización de la política monetaria” si los rendimientos de los bonos siguen demasiado bajos luego de que el banco central de los Estados Unidos empiece a subir las tasas.
Un modelo de la Fed de Nueva York que analiza los rendimientos de los bonos indica que los inversores no exigen compensación alguna por el riesgo de que cambien las tasas de interés a largo plazo. Una medición conocida como prima por plazo ha sido negativa de forma alternada desde 2012, el año en que la Fed inició su tercera ronda de compra de bonos.
Si bien las compras de activos podrían haber contribuido a distorsionar los precios, también le han dado a la Fed la opción de vender bonos en el marco de su estrategia de salida, una herramienta para aumentar los rendimientos a largo plazo que Greenspan no tenía.