El 6 de noviembre de 2013, a las 13:30, el vicepresidente y dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic, recibió a Sebastián Dávalos y su esposa Natalia Compagnon, para tratar la solicitud de un crédito para Caval, la sociedad en la que ella posee un 50%. El monto que necesitaba Caval eran $6.000 millones para adquirir 44 hectáreas en Machalí que prometían ser un excelente negocio porque eran susceptibles de un cambio de uso de suelo de agrícola a urbano.
No fue el único asunto conversado en el encuentro. Luksic le preguntó a Compagnon por otras actividades a las que se dedicaba y ella le respondió que también se encargaba de gestión territorial, que algo había hecho para el empresario Gonzalo Vial Concha, dueño de Graneles de Chile. Luksic entonces le mencionó que CCU, filial de Quiñenco, tenía proyectos en marcha en Quilicura y Renca.
El interés de las partes prosiguió: en una nueva reunión Luksic le presentó a Compagnon al gerente de ingeniería de CCU, Francisco Rodríguez. Ella comentó que no podría encargarse de eso, pero recomendó a una empresa muy cercana: SCR, la sociedad del gerente de finanzas de Caval, Marcelo Carreño Salgado, constituida en noviembre de 2012 junto a Marta Flor Veas Sobarzo, cuyos aportes de capital fueron hechos en libras esterlinas.
Aquellos contactos rindieron frutos: SCR realizó tres estudios para CCU. Uno de impacto vial para el proyecto del nuevo edificio institucional que se levantará en la planta de Quilicura y que albergará a las oficinas ubicadas actualmente en Vitacura. SCR, la sociedad del gerente que, además, trabaja para Compagnon en Caval, salió segunda en el proceso. Pero se llevó la licitación porque CCU consideró muy valioso el aporte de dos profesionales que se presentaron en la propuesta de SCR: Rodrigo Pizarro Gariazzo, economista de la London School of Economics, master en ciencias de la Universidad de Carolina del Norte y doctorado en estudios ambientales de la Universidad de Stanford, y Claudio Sepúlveda, experto en tránsito. Desde el 17 de marzo de 2014 Pizarro se desempeña en el Ministerio de Medio Ambiente como director de la división de información y economía ambiental con asignación crítica, pero dejó de trabajar para SCR antes de ingresar al Ministerio.
SCR también se adjudicó una segunda licitación por otro estudio de impacto vial para la planta de bebidas no alcohólicas que CCU planea construir en Renca. El tercero -no fue posible verificar si fue por licitación o no- se trató de una solución vial para el proyecto del nuevo edificio en Quilicura, ya que el terreno se corta en dos. El monto de los tres proyectos ascendió a unos $140 millones.
