La cuestión de si Argentina acepta alguna vez zanjar un litigio que lleva una década en relación con su deuda impaga no es lo único de lo que deben preocuparse los tenedores de bonos.
El motivo es que llegar a un acuerdo podría exigir que el país emitiera más de US$20.000 millones de pagarés a los efectos de pagar a los acreedores “holdout” que encabeza Elliott Management, así como a los tenedores de su deuda de próximo vencimiento, según BlackRock y Schroders. Además, como muchos de los inversores que buscan un reembolso desde 2001 seguramente se desharán de los valores, sin duda habrá abundancia de éstos, dicen.
La clara posibilidad de esa abundancia significa que uno de los mayores aumentos de bonos del mundo podría llegar a su fin en tanto los problemas económicos de Argentina y las perspectivas de tasas de interés más altas en los Estados Unidos alejan a los inversores, dijeron las firmas administradoras de dinero. La deuda externa impaga del país ha trepado 26 por ciento en el último año ante la especulación de que quien gane las elecciones presidenciales de octubre pondrá fin a la disputa con los acreedores.
“La recompensa por riesgo de Argentina se ha deteriorado mucho”, dijo el viernes Pablo Goldber, un administrador de dinero de BlackRock –que gestiona US$4,8 billones en todo el mundo- en el marco de una conferencia que organizó en Nueva York el grupo sectorial EMTA.
Prohibición judicial
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo, se ha mostrado renuente a negociar con los acreedores que rechazaron los intentos de Argentina de renegociar deuda luego de su impago de 2001 y que posteriormente ganaron en una corte estadounidense el derecho a recibir un pleno reembolso.
Un juez estadounidense prohibió en junio al país pagar las obligaciones internacionales que emitió en permutas de deuda hasta que le pague a Elliott, que tiene sede en Nueva York. La decisión hizo que aumentara la cantidad de deuda argentina impaga.
La saga legal –sumada a un crecimiento lento y una inflación anual de 30 por ciento- ha afectado la demanda de deuda argentina por parte de los inversores que se concentran en mercados emergentes, cuya tenencia ha oscilado entre neutral y por encima del promedio desde enero de 2013, según una encuesta de JPMorgan Chase Co. entre clientes.
Los fondos de cobertura han llenado el vacío, y firmas como Soros Funds Management, Hayman Capital Management y Third Point acumulan los valores.
Dado que es probable que también esos inversores reduzcan sus posiciones luego de un acuerdo, los inversores dedicados tendrían que incrementar su tenencia de deuda argentina a por encima del promedio a los efectos de absorber todos los bonos que lleguen al mercado, dijo Stuart Sclater-Booth, de Stone Harbor Investment Partners LP.
“No hace falta comprar a estos niveles cuando se sabe que habrá muchas oportunidades de adquirir más valores cuando emitan”, dijo en un correo electrónico Sclater-Booth, un administrador de dinero de Stone Harbor, que tiene sede en Nueva York y gestiona más de US$50.000 millones en activos.