Esta mañana el Banco Central publicó las Cuentas Nacionales que abarcan el primer trimestre de 2015.
El informe revela que en el primer trimestre la actividad económica creció 2,4% respecto a igual periodo del año anterior, sin influencia del "efecto calendario", al contar con misma cantidad de días hábiles. En tanto, en términos desestacionalizados, el PIB se incrementó en 1,0% respecto del trimestre anterior.
La cifra es mayor a lo que anticipaba el mercado, que proyectaba un crecimiento de 2,2%.
Detalla además que todos los sectores anotaron variaciones positivas, con excepción de industria manufacturera y pesca que registraron
caídas. Destacaron en términos de dinamismo, comunicaciones y agropecuariosilvícola; este último junto a servicios personales y minería, fueron los sectores de mayor contribución.
El Central agrega que la demanda interna creció 1,3%, favorecida por el consumo total; en tanto, la inversión se contrajo. El resultado del consumo es reflejo del mayor gasto de los hogares en servicios y en bienes no durables; por su parte, el gasto en bienes durables cayó.
La mayor preocupación es que la inversión sigue aportando negativamente a la frágil actividad económica del trimestre y profundiza su retroceso respecto al trimestre previo. En los últimos 3 meses de 2014 la inversión registró un repunte de +0,5% durante, mientras que durante este trimestre nuevamente vuelve a caer (-1,7% a/a).
El BCI estima que a pesar de que la cifras de crecimiento se ubicaron por encima de las expectativas de mercado, "la desagregación de la cifra sigue instalando preocupación respecto a un repunte en actividad que posiblemente tardará más de lo previsto en llegar".
El principal componente de este agregado que ha restado dinamismo, de acuerdo al informe del Central, es Maquinarias y Equipos con una caída de 7,4%, hecho que anticipa débiles registros hacia adelante en Inversión debido a la necesidad de este componente para dar inicio a nuevos proyectos. En segundo lugar, la corrección a la serie Imacec se produjo en los meses de enero y febrero, acrecentando el ritmo de deterioro en los meses del 1T15, hecho que ciertamente puede estar influenciado por el efecto de la catástrofe natural en la III región a finales de marzo, pero que evidencia una debilidad que se profundiza en durante el trimestre. Finalmente, el consumo de gobierno se mostró más dinámico en el trimestre anterior, dando cuenta de la aceleración en la gestión fiscal como mecanismo contracíclico. En consecuencia, estimamos que el staff del BCCh recortará el rango de crecimiento en el IPoM del mes de junio en 25pb, dejando como proyección del PIB 2015 un rango entre 2,25% y 3,25%. Junto con ello, mantenemos nuestra visión de una TPM que se mantiene en 3% por todo este año
El ente rector señala que la contracción de la inversión responde a una menor formación bruta de capital fijo (FBCF), reflejo de la caída del gasto en maquinaria y equipo, efecto que no logró ser compensado por la mayor inversión en construcción y otras obras. En tanto, la variación de existencias anotó una tasa de -0,6% del PIB, en base móvil, que se explica por la desacumulación de inventarios industriales.
En cuanto al sector externo, las exportaciones de bienes y servicios crecieron 1,4%, mientras las importaciones cayeron 2,0%. En el primer caso, el resultado fue determinado por el aumento del componente de bienes, cuyo impulso provino de mayores envíos de productos agrícolas, particularmente, fruta y, en menor medida, productos industriales; dichos efectos fueron parcialmente compensados por la contracción de los envíos de cobre. En tanto, las exportaciones de servicios cayeron incididas por los menores servicios de
transporte.
En el caso de las importaciones, la caída reflejó el resultado del componente tanto de bienes como servicios, en particular, de bienes industriales y servicios de transporte.
El ingreso nacional bruto disponible real creció 4,1%, tras hacerlo en 2,2% el trimestre anterior. El resultado fue determinado por las menores rentas pagadas al exterior.
El ahorro bruto total ascendió a 23,1% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 25,0% del PIB y un ahorro externo de -1,9% del PIB, correspondiente al superávit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.