Debido al insoslayable panorama mundial producto de la pandemia del COVID19, los contextos económicos se han vuelto más volátiles que nunca, trayendo como esperable consecuencia que muchas empresas deban potenciar sus esfuerzos para aumentar su volumen de ventas en un escenario de incertidumbre y redefinición de necesidades, tomando decisiones drásticas, como desvincular personal y disminuir costos fijos.
Es aquí donde un concepto fundamental de las finanzas cobra más valor que nunca y puede llegar a ser un verdadero problema en períodos recesivos, sobre todo cuando existen elevadas estructuras de costos fijos en sus negocios. Me refiero al Apalancamiento Operativo. Este concepto confronta dos elementos centrales en el análisis financiero de las pymes: Por un lado, está la variación de sus beneficios (utilidades antes de impuestos), y por otro, la variación de las ventas de acuerdo a una estructura de costos fijos existente.
Es el verdadero fenómeno que responde a la pregunta: ¿Por qué los beneficios de los negocios son mucho más volátiles que las ventas?
En este sentido, una estructura operativa elevada en costos fijos puede resultar muy riesgosa si se empiezan a resentir las ventas y si además se tiene una estructura poco flexible. Los contratos de arriendo cuesta deshacerlos, las desvinculaciones de personal implican desembolsos importantes de recursos, solo por mencionar algunas problemas. Es por ello que este tipo de organización, sobre todo hoy en día, debería exigir un mayor margen de seguridad para llevarse a cabo.
Por estas razones y, dado este preocupante contexto, es de suma importancia revisar y efectuar gestiones urgentes para disminuir y/o flexibilizar en la medida de lo posible la estructura de costos fijos de los negocios, dado que caídas muy abruptas en sus ingresos pueden provocar serios problemas de viabilidad financiera en el corto plazo.
En efecto, si observamos los impactos derivados de la pandemia sobre el negocio aeronáutico, donde empresas como American Airlines en USA, o recientemente lo que esta ocurriendo con LATAM y Sky en Chile, corporaciones que poseen elevadas estructuras de costos fijos sumado a que están afrontando un caída abrupta de sus operaciones (ingresos), han tenido que consensuar con sus trabajadores rebajas sustanciales en sus salarios. Así las cosas, resulta crítica la situación de LATAM, quien según los analistas especializados, “en el peor de los casos “, su supervivencia no sería mayor a cuatro meses.
En cuanto a nuestras Pymes, que por cierto recibirán una ayuda de la que aún no conocemos mayores detalles, muchas de ellas tendrán que “autorescatarse” mientras esa ayuda llega.
En este sentido, poder controlar el Apalancamiento Operativo puede marcar la diferencia entre adaptarse o, literalmente, morir. Por eso es más que urgente tener evaluar el punto de equilibro de su negocio, es decir, determinar la venta mínima necesaria para cubrir sus costos variables y costos fijos. En función de lo anterior será necesario fijar metas comerciales alcanzables de corto, mediano y largo plazo.
Por otra parte, es preciso, ahora más que nunca, no depender de una sola fuente de ingresos, o de uno, o dos grandes clientes. Si se puede, ahora es el momento de invertir para crear un segunda fuente de ingresos (diversificar).
Junto a lo anterior, también es necesario fortalecer la capacidad comercial de la empresa mediante recursos como la venta online, generando alianzas cuando sea factible.
Del mismo modo, evitar adquirir deudas con un valor de cuota elevado, que comprometa la capacidad de pago de corto plazo de la empresa (liquidez).
Y por último, nunca, pero ahora menos que nunca, invertir en nuevos proyectos, o negocios en áreas que no conocemos ni entendemos del todo.
De esta manera podremos sembrar las certezas que nos permitan navegar en estas aguas turbulentas hasta llegar a un puerto que nos permita en el mediano y largo plazo, minimizar las pérdidas y darnos el oxígeno necesario para seguir el viaje.