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Un difícil comienzo y un panorama complicado para la economía

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Por otra parte, tal como era de esperar, el tipo de cambio reaccionó ante este movimiento en la TPM. El peso se ha depreciado un 8,8% en 2014 y un 22,2% respecto al mínimo alcanzado en 2013. Esto se explica por el ya mencionado ajuste en la TPM, un ajuste a la baja en las perspectivas de crecimiento para la economía, la caída en el precio del cobre y una salida generalizada de flujos de capitales de economías emergentes. El vicepresidente del Banco Central señaló que la depreciación del peso es parte de la solución y no un problema. Esto es un gran activo de nuestro marco de política. De todas formas, la evolución de la moneda ha golpeado con fuerza la inflación y pronto observaremos que el IPC en 12 meses se acercará a 4%. Lo más probable es que el impacto del tipo de cambio sobre la inflación sea sólo transitorio y que a partir del segundo trimestre observemos una reversión en las cifras de inflación. De todas formas, en el corto plazo todavía se registrarán efectos directos y de segunda vuelta sobre algunos productos específicos de la canasta.

La depreciación del peso ha sido significativa y mayor a otras monedas de países emergentes que tienen fundamentos económicos más débiles en relación a Chile. En este sentido, parece haber una explicación adicional que ha generado mayores presiones sobre los flujos de capitales hacia nuestro país. No es descartable que la reforma tributaria anunciada por el nuevo Gobierno pudiera haber generado alguna incertidumbre, sobre todo observando la evolución de la inversión. Esto es bastante natural y ya ha sido internalizado por el mercado. Sin embargo, queda una tarea importante respecto a esto. Clarificar los tiempos respecto a cada una de las medidas anunciadas resulta fundamental y necesario para disminuir cualquier eventual incertidumbre restante.

Finalmente, la mirada optimista es que probablemente tocamos fondo con el IMACEC de enero, que habría estado afectado por factores puntuales, como el paro portuario. De todas formas, el ritmo de entrada de la economía a 2014 no supera el 3% y para eso el Banco Central está tomando las medidas adecuadas. La actividad debería ir de menos a más durante este año, con la mirada puesta en la economía internacional, que podría compensar en parte el menor dinamismo de la demanda interna.

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