Al fragor del intenso debate por la Reforma Tributaria propuesta por el gobierno, se conformó un poderoso frente crítico a ella por parte del gran empresariado. En medio, surgieron voceros disfrazados de Pymes y emprendedores, que iniciaron mediáticas campañas acusando que el sector que decían representar sería el más perjudicado con la reforma. Lo hicieron con éxito, llegando a posicionar este mensaje en la opinión pública.
Esta presión a través de los medios de comunicación, más el lobby de los grandes grupos económicos, terminaron torciendo la mano al gobierno, haciéndolo ceder en aspectos fundamentales de su propuesta. El acuerdo al que se llegó en torno a la Reforma Tributaria abre un sinnúmero de espacios para la elusión y evasión que el proyecto inicial buscaba terminar.
Si bien, entre los argumentos para oponerse de plano a la reforma planteada por el Ejecutivo, se viralizó la idea de que la eliminación del FUT afectaba a las Pymes, cuando la mayoría de ellas tributan en un rango menor al impuesto de primera categoría, la incidencia en el FUT histórico de las pequeñas y medianas empresas se calcula sólo en un 13%.
El que existan Pymes con FUT se debe principalmente a que no contaron con una asesoría tributaria eficiente, pues en general la mayoría de ellas habría tenido devolución si hubieran declarado el impuesto global complementario.
Los Senadores Carlos Montes y Ricardo Lagos Weber han señalado con bastante precisión y alertado de los “forados” que hoy quedan en el proyecto tras el acuerdo. Además de dejar a las Pymes espacios para la utilización de franquicias tributarias en objetivos muy disímiles a su fortalecimiento.
Entre las demandas reales de las Pymes estaba la necesidad de franquicias para su fortalecimiento, puesto que la eliminación de los artículos 14 quáter y 14 bis las dejaban sin instrumentos que permitieran tener capital de trabajo y reinversión sin tener que recurrir a la banca.
En este contexto, la eliminación del 14 bis es coherente por la falta de restricciones para acogerse y la utilización para elusión que hacían de él empresas que no son Pymes. Sin embargo, el 14 quáter consideraba restricciones que el nuevo 14 ter Pymes no, permitiendo la reinversión en instrumentos financieros especulativos, la compra de acciones y propiedad de otras empresas que también se puedan acoger a estas franquicias, o puedan dividir las empresas con el sólo fin de utilizar estos regímenes para no pagar impuestos.
Por otro lado, el régimen de renta presunta es un instrumento destinado a contribuyentes pequeños pero difíciles de fiscalizar, ubicados principalmente en los rubros del transporte, agricultura y minería. Sin embargo, en la actualidad, también es utilizado por grandes empresas de transporte de carga y pasajeros, además de grandes explotaciones del sector agrícola y sus negocios asociados.
En este escenario, es fundamental dejar claramente establecido un marco regulatorio que impida que las grandes empresas se disfracen de Pymes para acogerse a los beneficios tributarios destinados a éstas, a fin de pagar menos impuestos de los que les corresponden.
También se hace necesario impedir que estas franquicias sean utilizadas hasta la eternidad. El no poner plazos delimitados a éstas, permite que de otra forma siga vivo el FUT, pero incluso con menos restricciones que el actual.
Por Hernán Calderón R.
Constructor Civil, Pdte. Conadecus