Un ministerio de Ciencia y Tecnología para Chile
Recibimos con entusiasmo, ciertamente, la noticia del anuncio por parte del Gobierno acerca de la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, iniciativa que debiera dar un impulso concreto al mundo de la ciencias, innovación y tecnología. Hoy resulta imprescindible ocuparse seriamente de esos tres pilares que sustentan el crecimiento de toda nación. Darles un espacio propio donde se establezca un diálogo científico, hoy casi inexistente.
Por demasiado tiempo Chile ha permanecido prácticamente invisible para la comunidad científica internacional. Somos parte de un paisaje que no llama la atención y no invita a conocer. Tal vez la responsabilidad sea compartida, dada la pasividad que se ha tenido para desarrollar estas áreas de manera sistemática y organizada. La preocupación debe ser por crear una cultura científica que asimile la investigación como parte de la formación natural de toda persona, en la que conceptos como emprendimiento e innovación sean naturales.
En este nuevo escenario, observamos con preocupación que, dentro de los estatutos que le darán forma a este Ministerio, no están considerados todos los actores relevantes que tienen que aportar conocimientos y experiencias en el debate que se va a generar.
Necesitamos con urgencia oír atentamente a todas las voces expertas que tienen algo que decir en materia de innovación y tecnología. Es primordial que exista una real conexión entre el desarrollo científico y las necesidades de la comunidad, de manera que los recursos estén bien invertidos. Y, para ello, debemos trabajar en fortalecer la colaboración y compromiso del sector público y privado.
En materia de innovación existe un tremendo capital humano que no se ha sabido potenciar, y en la medida que no exista un diálogo entre el trabajo científico, las industrias de tecnología e innovación y Gobierno, seguiremos perdiendo grandes oportunidades.
Es vital que las iniciativas impulsadas por el Gobierno sean integrales, un trabajo en conjunto con el mundo privado para el desarrollo de la investigación. Sólo así lograremos que los resultados sean un verdadero aporte para el bienestar de toda la comunidad nacional.
Partamos por ahí.
Jaime Soto
Secretario General ACTI