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Las discusiones de pasillo de por qué Cristián Moreno dejó su puesto en Celfin tan solo 14 meses después de que se lo levantaran al Santander

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La noticia llegó por mail ayer por la tarde y a simple vista no decía mucho. La oficina de comunicaciones de Ceflin-BTG pretendía pasar piola. El comunicado decía —en un estilo ascético— que Rodrigo Nader, gerente de inversiones de AFP Capital, asumiría a partir del martes como nuevo Gerente General de Celfin Capital Asset Management. Nader, quien también trabajó en Deutsche Bank, AFP Habitat y Citibank, reemplazaría a una de las estrellas del Wall Street criollo: Cristián Moreno.

Moreno llegó a Celfin con bombos y platillos 14 meses atrás, luego de cinco años en Nueva York trabajando para Santander Investment como Director de Estudios para Latinoamérica. El ingeniero civil de la Universidad Católica comenzó su carrera en Santander y antes de partir a New York llegó a gerenciar el área de estudios y estrategia en Chile.

En Celfin, Moreno lideraba un equipo de 40 personas que manejaban casi US$ 5.000 millones. La versión oficial era que Moreno había renunciado al cargo de gerente del área de Asset Management y a su posición como director ejecutivo del grupo. Sin embargo, la historia no cuadraba. Un profesional con sus pergaminos no renuncia así no más a poco más de un año de asumir tan importante cargo.

Su renuncia se propagó como incendio de verano en la mesas de dinero, corredoras y gestores de fondos de Sanhattan. Todos se preguntaban qué pasó realmente.

En los pasillos de Celfin se especula que Moreno se cansó de la interferencia de los socios en algunos de las operaciones de su área. En particular, el hecho que Juan Andrés Camus, Alejandro Montero y Jorge Errázuriz, negociaran directamente con Southern Cross y Casa Ideas para ayudar a clientes como AFP y compañías de seguros para que pudieran retirar sus inversiones de los fondos.

Respecto a Casa Ideas, lo que se ha filtrado es que sociedades relacionadas con los socios de Celfin compraron las cuotas de los inversionistas privados que quisieron liquidar sus posiciones.

Otra versión es que a los socios no les gustó la forma en que Moreno manejó las situaciones y no estaban contentos con su desempeño, se cansaron de sus lamentos y negociaron su salida en manera amigable.

Una ejecutivo que trabajó con Moreno afirma que el ex Santander es una persona de carácter y probablemente se cansó. «A este nivel es sin llorar y probablemente él no entendía por qué le estaban haciendo favores especiales a ciertos inversionistas. Para los socios, ellos probablemente buscan mantener la relación a largo plazo con los clientes».

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