La Sección de Análisis y Reacción Inmediata —o equipo SARI— de Lo Barnechea, formada tras la llegada del alcalde UDI Cristóbal Lira, trabajaba en una oficina aparte, no usaba uniforme, ocupaba autos sin distintivo y contaba con una central de monitoreo. Su principal tarea: elaborar fichas de inteligencia acerca de vecinos. Una fuente cercana dijo: “tenían una forma especial de operar“.
“A pesar del aumento de dinero a las policías, la agenda de seguridad, el fast track que no se cumplió, militares en frontera y las medidas carcelarias, el Gobierno está siendo derrotado por el crimen y debe asumirlo”. Aunque con matices, ese es el corolario de siete legisladores oficialistas y opositores que, con reserva, aprecian así lo ocurrido estas últimas 72 horas, con 14 asesinatos que impactaron por su crudeza y que desbordaron una crisis de seguridad en La Moneda.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Iván Flores (DC), dijo estar en sintonía con las medidas anunciadas por La Moneda para hacer frente a la crisis generada por la seguidilla de homicidios en la Región Metropolitana. No obstante, advirtió que se trata solo de una primera etapa. A su juicio, lo que corresponde ahora es promover la unidad nacional y que los descabezamientos vengan después.
El experto en crimen organizado, Pablo Zeballos, acaba de publicar el libro “Un virus entre sombras”, en el cual advierte que, si los Estados no trabajan en red para combatir a las federaciones delincuenciales, las posibilidades de éxito son muy escasas, sobre porque hay headhunters del mundo criminal que reclutan a los mejores abogados y contadores.
La creación del Frente Amplio como partido único trajo consigo, aparte de tensiones, reflexiones sobre el horizonte ideológico que proyectan hacia el futuro. Entre ellas, figuran demandas expresadas en el estallido social y, con ello, la disputa por no reducirlo solo a expresiones de violencia.
