Es algo inminente. Andrés Chadwick, exministro del Interior de los dos gobiernos de Sebastián Piñera, será citado a declarar en calidad de testigo en el denominado caso Hermosilla. Esto, tras una serie de menciones en los chats de su amigo Luis Hermosilla, cuyas conversaciones tienen en jaque a una parte del Poder Judicial, miembros de la clase política y poderosos empresarios. Deberá aclarar su eventual participación en al menos cuatro episodios donde sus pasos dejaron huellas.
Inquietud existe entre distintos docentes de la Universidad San Sebastián (USS), que observan con detención cuáles serán los pasos que adoptará la institución, debido a los cuestionamientos que enfrenta el exministro Chadwick, quien –desde junio– es el presidente de la Junta Directiva de dicha casa de estudios, varios de cuyos docentes han aparecido mencionados en los chats de Hermosilla, actualmente formalizado por lavado de activos, soborno y delitos tributarios.
Esta semana también estuvo marcada por los 51 años del Golpe de Estado. El Gobierno de Boric anunció indicaciones para que el Plan Nacional de Búsqueda pueda acceder a antecedentes del Informe Valech que hasta hoy permanece secreta. Testimonios bajo secreto por los próximos 30 años, que en el Congreso algunos sectores oficialistas y toda la oposición se oponen a liberar.
Los integrantes del Comité de Seguimiento y Participación, Daniela Accatino y Patricio Bernedo, abordaron los avances de la política de Estado que busca esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de las personas víctimas de desaparición forzada en Chile. “A 51 años del Golpe de Estado, seguimos trabajando en nuestro compromiso por buscar verdad, reconstruir historias y hacer justicia”. Este es un nuevo capítulo de La Semana Política.
Un nuevo golpe para la industria acerera local se conoció esta semana. La Comisión Antidistorsiones determinó, por unanimidad de sus miembros, que no existen antecedentes suficientes para considerar la existencia de dumping en el caso de las bolas de acero provenientes de China, lo que pone en riesgo la operación de empresas que producen en Chile. El acero chino es considerado responsable.
