Esta semana, mientras la oposición se cuadró en una arremetida contra La Moneda tras verse salpicada por el caso Hermosilla y el de la Universidad San Sebastián, sacando nuevamente a la luz el caso Convenios, el oficialismo se dividió, luego de la publicación de El Mostrador sobre el peritaje de la PDI que detectó cinco abonos realizados por la exprimera dama, Irina Karamanos, a una cuenta de la cuestionada fundación ProCultura. Algunos ponen las manos al fuego, otros piden un “caiga quien caiga”.
Sigue la polémica desatada por el millonario sueldo de Marcela Cubillos en la casa de estudios ligada históricamente a la derecha. El crecimiento de la Universidad San Sebastián en los últimos años, siendo el segundo conglomerado con la mayor cantidad de alumnos en el país, se debe a una política que ha privilegiado la expansión a costa de absorber otros proyectos educativos caídos en desgracia financiera. Todo comenzó en Concepción.
Después que se conoció el contenido de los chats del celular de Luis Hermosilla, su amigo, socio y jefe directo como ministro del Interior en los gobiernos del Presidente Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, se ha transformado en un personaje de interés en las distintas aristas investigativas. Hay al menos tres focos donde el exministro es relevante para el Ministerio Público. Paulina de Allende-Salazar te lo cuenta Punto por Punto.
En la UDI hay distintas miradas. Unos dicen que el silencio de Andrés Chadwick obliga a dar explicaciones por el caso Hermosilla al partido, a Chile Vamos y a la USS, es decir, “a todos, menos al afectado”. Otros observan que los liderazgos internos se verán con nitidez tras los comicios del 27 de octubre. Esta es la situación de los coroneles del gremialismo.
La ministra Carolina Tohá prepara su defensa frente a la acusación constitucional del Partido Republicano, cuyo fracaso podría terminar por afirmar su liderazgo. El temor de Chile Vamos está en que votar en contra podría hacer que el partido de José Antonio Kast los acuse de estar alineados con el Gobierno. La derecha está en una crucial encrucijada.
Un largo historial de delitos violentos y de enfrentamientos directos con Carabineros, que culminaron con el homicidio de los tres suboficiales mayores el 27 de abril pasado en Cañete, acumulan los hermanos Antihuen, imputados hoy por ese crimen y varios otros delitos. El arma recuperada tras detenciones de julio pasado aparece vinculada al menos a cuatro atentados ocurridos en la provincia de Arauco.
