En el Restaurante Osadía, Longines celebró junto a sus clientes y amigos toda una historia de tradición y modernidad.
Los invitados, pudieron conocer las últimas colecciones que prometen que la elegancia es atemporal. La marca de relojes de lujo Suiza, fundada en 1832, sorprendió con fotografías de sus primeros modelos los cuales decoraban el techo, formando una ola de antigüedad y tradición, en un ambiente cálido, donde una banda en vivo animó la noche.