La defensa que complicó a Millaray Viera: “Hay que mostrar que ese titular no está bien”

Todo comenzó con una entrevista durante el lanzamiento de una línea de ropa interior donde varios de los invitados estaban con traje de baño, según se lee en la nota que apareció el sábado en Las Últimas Noticias. Una de esas fue Millaray Viera y, quizás por eso, le preguntaron por su look que incluía un amplio pantalón rojo. “Mi opción de traje de baño depende del momento físico en que me encuentre”, explica Milla. Y agrega que fue mamá hace siete meses y que bajó rápidamente de peso, pero que “con la campaña se me fue todo a las pailas” y subió 5 kilos porque en este tiempo “me comí todos los panes amasados y todas las sopaipillas habidas y por haber”. Para luego apuntar: “Me doy temporadas de goce, si no la vida no tiene sentido”.

Finalmente y luego de hablar también de cómo se las arregla con sus hijas y cómo se lleva con su ex, la nota se titula “Campaña Electoral tiene a Millaray Viera con 5 kilos Más”. Lo que al movimiento La Rebelión del Cuerpo le pareció impresentable, violento, más específicamente algo que se llama violencia simbólica. “El que ese titular jamás se lo pondrían a un hombre, sigue perpetuando la inequidad de género. Y eso sigue perpetuando la violencia de género, el machismo”, explican en este movimiento para que entendamos por qué decidieron hacer el posteo.

“¿Nos pueden explicar qué es esto? ¿Qué significa? ¿Por qué es noticia? ¿Por qué visibilizar a una mujer va de la mano con su cuerpo?”, escribieron. Lo que despertó primero a Millaray, quien respondió: “Es una crítica hacia mí? Yo no dije estar gorda, flaca o algo semejante, de hecho me he manifestado públicamente en contra de la fijación con el cuerpo femenino y su peso. En una larga entrevista en la que durante un rato hablamos de la campaña, yo comenté que había subido 5 kilos como para graficar lo mucho que he comido en este período, que al menos para mí ha sido de goce. Yo no manejo titulares, ni focos de la entrevista, sorry”. A lo que varias personas, incluyendo a los administradores de la cuenta de la Rebelión del Cuerpo, le explicaron que se trataba de una defensa.

Viera aceptó que había malinterpretado y estaba todo bien. Pero eso no evitó que otras personas, especialmente mujeres, la atacaran más adelante en los comentarios, con adjetivos como “personajillo”, “flacuchenta”, que ella “se prestó para esto”. Millaray dijo entonces sentirse como “en el coliseo romano” y expresó varia veces su incomodidad.

“Que ella se haya sentido atacada, creo que puede responder simplemente a que leyó esos comentarios que iban en contra del apoyo que muchas quisimos entregarle en el post, y eso la hizo sentir mal probablemente o que se visibilizara más el tema. Pero por donde lo miremos hay muchos comentarios y la mayoría tiene que ver con apoyo y con mostrar lo potente que es y lo necesario que es sacar la voz en esto. Si hay un titular que hace algo así en un diario, hay que mostrar que eso no está bien. Y en vez de sentirse mal, deberíamos ser parte todas las mujeres que si en un momento nos reducen a un cuerpo, mostrarlo, criticarlo, visibilizarlo y decir: esto no puede pasar”, reflexionan desde el movimiento.

Y confirman que también se sorprendieron con la mala onda: “A pesar de ser una cuenta que lo que busca es sororizar y de cierta forma apañar a las mujeres que están siendo visibilizadas por su cuerpo más que por su contenido o sus fortalezas o sus habilidades o sus vidas en el fondo, aún hay mujeres que se empecinan en atacar, en intentar devaluar a la mujer por sus comentarios. De cierta forma incluso, muchas comentaron que por qué ella tiene que estar contestando esas cosas en una entrevista. Uno en una entrevista contesta mil cosas, que te descontextualicen en una entrevista es otra cosa. Y lo que nosotros quisimos visibilizar es precisamente eso. Por qué si ella habló de muchas otras cosas, el titular fue ese. Esa fue una de las cosas que más nos llamó la atención, que a pesar de ser una cuenta que busca apoyar, apañar, visibilizar y sororizar con nuestras mujeres, hay otras que siguen empecinándose en devaluarlas. Eso nos sorprendió bastante”.

– ¿Pararán?

– Nosotras seguiremos. Si nadie más lo hace. No queremos ser parte de lo qué pasa con otros tipo de violencia, de callarnos, de ser cómplices. ¡Hay que sacar la voz! ¡Hay que mostrar lo que está mal para educar y poder pedir cambios! Es la responsabilidad que tenemos que tener para con nuestras niñas.