Pensando en los comicios de octubre, el presidente se comprometió a mantener la sencillez: “Seguir diciendo la verdad, seguir colaborando con mis ciudadanos y mostrándoles que este es el único camino. Este G-20 ayudó mucho, porque todos los líderes que nos visitaron en la cumbre y en las 17 reuniones bilaterales que tuvimos estuvieron de acuerdo en que estamos haciendo las reformas correctas».
El presidente argentino, Mauricio Macri, aseguró que la segunda mayor economía de Sudamérica va por el camino correcto para forjar un fuerte repunte el año que viene tras superar una crisis financiera en 2018.
«Argentina se encuentra en una situación mucho mejor que hace 12 meses», comentó Macri a Bloomberg TV en una entrevista concedida el lunes en Buenos Aires. «Hemos reducido significativamente nuestro déficit, el año que viene vamos a equilibrar el presupuesto primario y ya hemos financiado todas nuestras necesidades a través del programa del Fondo Monetario Internacional, lo que marca una gran, gran diferencia».
Macri habló después de ser anfitrión de la cumbre del Grupo de los 20 que concluyó el sábado con el acuerdo de todos los líderes en cuanto a la declaración final, a diferencia de la reunión del G-7 en junio, en la cual el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró su apoyo. No hubo protestas violentas en la capital argentina, lo que contrastó con los incidentes registrados en la cita del G-20 del año pasado en Hamburgo, Alemania, y EE.UU. y China declararon una tregua temporal a su guerra comercial.
Más que un simple anfitrión, el líder argentino también celebró una maratón de reuniones bilaterales con mandatarios como Vladimir Putin, Emmanuel Macron, Trump, Xi Jinping y Narendra Modi.
Electo en 2015, este año ha sido posiblemente el más difícil de Macri. Una crisis monetaria condujo al país a una recesión y obligó al jefe de Estado a buscar ayuda del FMI, que otorgó a la nación una línea de crédito récord de US$56.000 millones. Una grave sequía, ventas masivas en el mercado global, políticas zigzagueantes y errores de comunicación desencadenaron la caída del peso, que llega a 49 por ciento este año, la más pronunciada de los mercados emergentes.
La desaceleración económica pone trabas en el camino de Macri hacia la reelección el próximo año. La aprobación a su gobierno está en su nivel más bajo desde que asumió el cargo y la confianza de los consumidores bajó en noviembre a su punto mínimo en 16 años. Luego de que su gobierno comenzara el presente año con un objetivo inflacionario de 15 por ciento, se espera que los precios suban 47 por ciento en diciembre respecto al mismo mes de 2017.
Pensando en los comicios de octubre, el presidente se comprometió a mantener la sencillez: “Seguir diciendo la verdad, seguir colaborando con mis ciudadanos y mostrándoles que este es el único camino. Este G-20 ayudó mucho, porque todos los líderes que nos visitaron en la cumbre y en las 17 reuniones bilaterales que tuvimos estuvieron de acuerdo en que estamos haciendo las reformas correctas».
La línea de crédito del FMI y un cambio de táctica contra la inflación ayudaron a estabilizar la economía y motivaron fuertes repuntes de activos argentinos. Desde el 1 de octubre, el peso se ha fortalecido un 12 por ciento frente al dólar, uno de los mejores avances dentro de los países en vías de desarrollo. Las expectativas inflacionarias para los próximos 12 meses cayeron en octubre y funcionarios indican que es probable que sigan disminuyendo. Luego de que la inflación mensual se disparara a 6,5 por ciento en septiembre, el gobierno proyecta ahora que la cifra comparable de diciembre estará entre 2 por ciento y 3 por ciento.