“No hemos hecho ese cálculo, pero ciertamente lo vamos a estar haciendo, tenemos algunas estimaciones preliminares”, fue la respuesta del ministro de Hacienda Felipe Larraín. Por su parte, el Presidente Piñera defendió a brazo partido el proyecto: “si me preguntan quiénes ganan con esta modernización laboral, yo respondo… en primer lugar, ganan las mujeres, los jóvenes, los discapacitados, la tercera edad, pero en general ganan todos los trabajadores de Chile, ganan las familias chilenas», afirmó.
Tras una nueva conmemoración del Día del Trabajador, el Presidente de la República, Sebastián Piñera presentó este jueves el segundo proyecto de la reforma laboral, el cual contempla como principales medidas la adaptabilidad de las jornadas laborales con el fin de flexibilizar los horarios y regular las condiciones de los trabajadores que prestan servicios para plataformas digitales.
Lo curioso del anuncio es que el Gobierno no reveló sus cálculos de cuál será el impacto que tendrá el proyecto en el empleo. “No hemos hecho ese cálculo, pero ciertamente lo vamos a estar haciendo, tenemos algunas estimaciones preliminares”, fue la respuesta del ministro de Hacienda Felipe Larraín quien participó también esta mañana en la firma del proyecto acompañando al Presidente Sebastián Piñera.
En todo caso, el jefe de las finanzas públicas sí se jugó con una cifra al precisar que el “costo fiscal de este proyecto no es tan significativo desde el punto de vista de los recursos fiscales pero sí existe, son $1.200 millones por año que tiene que ver con la extensión del subsidio al empleo joven”.
En la oportunidad, el Mandatario dijo que este nuevo «Proyecto de Modernización Laboral para la Conciliación Trabajo, Familia e Inclusión”, permite una restructuración de la jornada laboral, la cual será adaptable a las «distintas realidades y necesidades» de los trabajadores, teniendo la posibilidad de acordar semanas con solo cuatro días de trabajo.
La propuesta del Ejecutivo tiene entre sus ejes importantes el establecer unas 180 horas laborales al mes, y también tener la viabilidad de distribuir las 45 horas semanales de distintas maneras durante los días de trabajo.
«Si me preguntan quiénes ganan con esta modernización laboral, yo respondo… en primer lugar, ganan las mujeres, los jóvenes, los discapacitados, la tercera edad, pero en general ganan todos los trabajadores de Chile, ganan las familias chilenas», afirmó el Mandatario.
Entre otros aspectos de la iniciativa, las horas laborales podrán ser distribuidas en no menos de cuatro días y más de seis, por lo que los personas tendrán la posibilidad de trabajar de lunes a jueves y descansar viernes sábado y domingo.
Los sindicatos podrán acordar diversas jornadas semestrales o anuales de trabajo, y en el caso de que una empresa no tenga una organización sindical la decisión de la mayoría de los trabajadores será la aplicable. Esto permite que en el caso de las personas de la tercera edad, éstos puedan trabajar más meses durante el verano, y menos meses durante el invierno.
Según precisó el ministro de Hacienda, “nada de esto se puede imponer: los trabajadores pueden permanecer en su jornada actual si lo desean, pero también tener una oportunidad con jornadas más flexibles, desplazando horas de trabajo a algunos días para poder salir antes el viernes, para, por ejemplo, no trabajar el viernes, tener esa opción, para poder acumular horas extraordinarias para períodos de vacaciones”.
Respecto a las críticas de la CUT en el marco del Día del Trabajador, adelantando su rechazo a esta iniciativa, Piñera dijo que “nada de lo que está contenido en este proyecto se hace para precarizar los derechos de trabajadores, que es la reacción automática, inmediata e irreflexiva frente a cualquier intento de modernizar nuestra legislación laboral».
«Este proyecto de ley lo que busca es fortalecer los derechos de los trabajadores, ampliar sus ámbitos de libertad y permitir una mejor incorporación al mundo del trabajo y una mejor compatibilización de ese mundo con otros tan importantes, como el mundo de la familia, la recreación, la cultura, los amigos», concluyó el Jefe de Estado.
El proyecto establece además un contrato de formalización, que busca promover la formalización del trabajo en eventos extraordinarios, ocasionales o no permanentes; y la regulación de las economías de plataforma, esto mediante la emisión de boletas de honorarios, asegurándose así acceder a protección social (Ley de Honorarios).
“Nos estamos preparando para los desafíos del siglo XXI. Aquí, respetando los derechos de los trabajadores, ¿qué queremos hacer? Que los trabajadores de Chile tengan más oportunidades”, argumentó el ministro Larraín.
En esa línea, subrayó que “estamos tratando de hacer el responder el desafío que nos lleva el avance tecnológico y que está amenazando numerosos trabajos y es por eso que es importante como elemento para que la economía chilena pueda adaptarse, para que los trabajadores chilenos puedan aprovechar las enormes oportunidades del cambio tecnológico y poder tener mayor adaptabilidad”.
Además, en materia de inclusión, que forma parte del tercer eje del proyecto, el ministro de Trabajo Nicolás Monckeberg anunció que se perfeccionará la Ley de Inclusión para personas con discapacidad, como eliminando “algunas barreras” de acceso para empleos en el sector público; que las multas en el sector privado sean mensuales cuando no cumple y aquellas empresas que opten por medidas alternativas, lo hagan mediante la entrega de una becas de estudios”.