No cabe duda de la popularidad de Instagram, que ha crecido exponencialmente en los últimos años, sobre todo desde que fue adquirido por Facebook en 2012. Influencers, famosos, marcas y hasta Greta Thunberg, están en la red social que ha cautivado –también– a los ministros del gabinete del Presidente Sebastián Piñera. Serios, joviales, familiares, a la moda, trabajólicos e incluso de vacaciones en la playa, la mayoría de los secretarios de Estado hace de todo para humanizar su figura ante la opinión pública.
Unos más activos que otros y con una que otra selfie en La Moneda, casi todos los ministros del gabinete de Sebastián Piñera intentan verse serios, joviales, familiares, a la moda, trabajólicos a veces, todo, con tal de tener algunos likes y la aprobación de la ciudadanía a través de Instagram, la red social que gana popularidad.
Y aunque ninguno se salva de las críticas y la mala onda de los infaltables haters, la red social ha humanizado –de alguna manera– a los actuales funcionarios de La Moneda, quienes al más puro estilo «influencer» alimentan su perfil con publicaciones que muchas veces no tienen nada que ver con su trabajo.
La cuenta del Presidente de la República (450 mil seguidores) se ve bastante actualizada. Eso sí, se nota la mano de un asesor en algunos casos, ya que en varias publicaciones y stories se ve al Mandatario en tercera persona, incluso portando un segundo celular.
En otras, se ve a un Piñera con un tono familiar, a veces junto a Cecilia Morel, sus nietos o sus hijos. El jefe de Estado actualmente está en tono medioambientalista y sube fotos o videos al menos dos veces por día. Pero por más casual que intenta ser el Mandatario, como en esta publicación junto a la primera dama francesa en un restaurante, la mayoría de los comentarios hace alusión a alguna problemática nacional, teniendo en cada posteo un debate diferente.
Como mamá, de la U y titular de la Segegob, se describe la ministra Cecilia Pérez (24 mil seguidores), que con un mínimo de una o dos publicaciones por día se muestra como una mujer multifacética: trabajando, de viaje, con la familia, con Rivarola, en La Vega y, por supuesto, con un outfit para cada día. Cecilia tiene más de 900 publicaciones y es la segunda, después de Piñera, en cantidad de seguidores.
La ministra tiene fanaticada y en sus fotos siempre hay algún comentario destacando su labor –o su apariencia–. Por supuesto, no lejos de uno que otro hater que se escapa del filtro de comentarios.
El paro de los profesores afectó sin duda a la reputación de Marcela Cubillos (15 mil seguidores). La ministra de Educación filtra pocos comentarios en su cuenta y un rápido recorrido por sus publicaciones demuestra el rechazo que tienen algunas personas hacia su labor; otros, en tono más odioso, la critican en todo sentido. Cubillos es hincha de Católica y en varias fotos se le ve con la camiseta de la Franja, acompañada de sus hijos o su marido, el senador Andrés Allamand.
El ministro del Interior Andrés Chadwick Piñera (14 mil seguidores) no se queda atrás y su cuenta de Instagram es bastante similar a la de su primo, el Presidente. Eso sí, con menos publicaciones familiares.
El secretario de Estado se muestra sonriente en casi todas sus fotos, pero hay un detalle que llama la atención: se nota la moderación de comentarios en sus fotos y, al contrario de Sebastián, Andrés solo tiene comentarios positivos. Como en esta publicación junto a los ministros Larraín y Pérez, en la que, de las 413 personas que le dieron like, solo cuatro comentaron con mensajes de apoyo a la labor a su labor, y también personas que le piden ayuda.
Cristián Monckeberg (10 mil seguidores) tiene un tono más farandulero. Es recurrente verlo –a través de su Instagram– participando en programas de televisión. Además, posa junto a famosillos como Marcelo Comparini, Julio César Rodríguez o el Coca Mendoza. El ministro de Vivienda incluso destaca la portada de un diario en que reconoce que se puso bótox. «A veces hablo más de la cuenta», reza el pie de foto. Pero Monckeberg no pierde la seriedad y también publica algo en relación con su trabajo o su familia. Es recurrente verlo junto a su esposa, la diputada Paulina Núñez.
Isabel Plá (9,5 mil seguidores) –al igual que las pocas mujeres del gabinete–, también recibe comentarios respecto a su apariencia física, al parecer, una preocupación constante dentro de la red social. Pero el perfil de la ministra de la Mujer y la Equidad de Género no dista mucho del de sus colegas, salvo por ser la más casual y salir de la típica pose rígida con la que aparecen los demás ministros en las fotos relacionadas cpn su trabajo. Plá sonríe en todas y, además de informar sobre su agenda, usa su cuenta para desearles feliz cumpleaños a sus compañeros de trabajo en La Moneda.
Carolina Schmidt (7,9 mil seguidores) es una de las que tiene más comentarios en sus publicaciones. La ministra del Medio Ambiente sube –en su mayoría– fotos relacionadas con su trabajo. Pero también muestra hermosos paisajes y parte de la fauna chilena en fotografías que no está claro si fueron tomadas por ella. Schmidt siempre escribe en tono de secretaria de Estado y en pro del cuidado del medioambiente; una línea que sin duda se debe cuidar con pinzas, ya que el activismo vegano y ambientalista está casi siempre pendiente de sus publicaciones.
Pauline Kantor también es de las populares (7,6 mil seguidores). La ministra del Deporte está en casi todos los eventos deportivos y siempre se asegura una foto con los grandes. Zamorano, Massú, González, Moya, Vidal, Endler e incluso Alexis Sánchez, protagonizan las publicaciones de la titular del Deporte. Trabajo y más trabajo, pero de su familia lo justo y necesario. Entre varias de sus publicaciones aparece una que otra de Pauline acompañada de sus parientes. La mayor parte de las publicaciones de la ministra tienen más de 100 likes.
Felipe Ward (6,9 mil seguidores). El ministro de Bienes Nacionales es bien activo en la red social y, al igual que Cecilia Pérez, también tiene una fanaticada que cada vez que puede comenta sobre su apariencia. «Que ojazos», le dicen a Ward, que es de Colo Colo, la única adhesión por la que genera detractores en los comentarios de la red social. Ward se declara fanático de las papas fritas y, si bien se le ve más bien casual, su contenido es netamente laboral.
El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg (6 mil seguidores) se destaca a sí mismo como abogado y «colocolino de siempre», además, como un hombre casado y padre de cuatro niños. El secretario de Estado tiene un perfil más bien similar al de Piñera o Chadwick, pero la diferencia es que él es un romántico. En varias publicaciones aparece junto a su esposa Isabel, ambos fanáticos de Julio Iglesias. El ministro es bueno para los conciertos y es común verlo acompañado esperando a algún artista. De Luis Miguel a Francisca Valenzuela, la selfie desde la primera fila no falla.
El ministro de Defensa Alberto Espina (5, 5 mil seguidores) es menos constante. Sus publicaciones son erráticas y figuran cada tres o cuatro días –a veces una semana–. Sus fotos son similares a las del resto y muchas, debido a su labor, son en presencia de efectivos militares. Eso sí, Espina se muestra más familiar y, en varias de sus publicaciones, aparece junto a sus hijas, nietos o algún pariente cercano.
El ministro más jóven, Gonzalo Blumel, de la Segpres, tiene un tono más lolein (5,1 mil seguidores). Es bueno para la selfie, tanto con sus pares de La Moneda como con sus amigos. Tiene fotos con Fernando González –el tenista– e incluso donde se le ve tocando el bajo o la guitarra, su hobby. Pero sin dejar a un lado la seriedad, el ministro también aparece trabajando, como en esta publicación en tono de «aquí con los mejores», donde Blumel posa durante la larga jornada de tramitación de la Ley de Presupuesto. El secretario de Estado no solo es nuevo en el gabinete, también en la red social, donde solo ha hecho 62 publicaciones.
La ministra de Transporte Gloria Hutt (5,1 mil seguidores) es la más casual. Pelo al viento y junto al mar, las publicaciones con más «me gusta» son las de ella en sus días libres. Hutt saca aplausos en Instagram y los comentarios, lejos de la mala onda, incluso llegan al tono presidenciable y varios ya la candidatean para las próximas elecciones.
De Corfo a La Moneda, Sebastián Sichel (4,8 mil seguidores) llegó al gabinete en junio de este año y es el único que no especifica su cargo en la descripción. «Padre de Pedro, Julián y Teo», es lo único que dice junto a un link que dirige a una nota de Radio Bío Bío que habla sobre el «ministro hippie». Una extraña entrevista en la que Sichel relata que fue extra del Jappening y el encuentro con su padre a los 30. El ministro no expone mucho de su familia, pero es uno de los pocos que, a lo food blogger, muestra comida en sus publicaciones. Como en esta, donde señala que «por alguna razón», en su casa o en terreno, siempre termina cocinando.
«Un hombre de regiones llega al Ministerio de Agricultura», así se describe Antonio Walker (3,4 mil seguidores), promocionando de paso su cuenta de Twitter, donde es más activo. Walker es más bien serio y a simple vista solo hay fotos en tono laboral. Poca selfie y poca risa del secretario de Estado que luce, en la mayoría de sus fotografías, la característica chaqueta roja del Gobierno.
Baldo Prokurica (1,8 mil seguidores) al menos lo intenta. El ministro de Minería aparece de huaso en su última publicación, haciendo un llamado a no conducir bajo los efectos del alcohol este 18. Prokurica –o su equipo– ha hecho 253 publicaciones y saca uno que otro like en ellas.
Con un bajo perfil en la prensa y también en sus redes, Consuelo Valdés (1,4 mil seguidores), la ministra de las Culturas, no se queda atrás y entre los feedbacks que recibe es recurrente ver el emoji de los aplausos y comentarios positivos. La ministra visita museos y se junta con artistas, esta es la temática de su cuenta de Instagram. Pero poco hay sobre su vida personal y, además de ser arqueóloga, se declara amante de la flora nativa y las aves.
Poco cariño tiene el Instagram de Juan Andrés Fontaine (1,3 mil seguidores), ministro de Economía. Solo 39 publicaciones y poco más de mil seguidores tiene su cuenta. El ministro al menos tiene sentido del humor y en esta publicación hace un morphing entre su rostro y el de «El Profesor», el personaje de la serie de Netflix «La Casa de Papel». Fontaine es de los que mira a la cámara, pero a su familia no la expone para nada, el perfil es más bien laboral y no se mezcla con la vida personal del titular de la cartera de Economía.
El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet (1,2 seguidores), es contemporáneo de Blumel. Pero a diferencia del titular de la Segpres, este tiene un tono más outdoor. Y, además de su agenda como funcionario del Gobierno, Jobet, que fue ministro del Trabajo durante el primer mandato de Sebastián Piñera, tiene varias fotos en la montaña, el campo o la playa. Siempre acompañado de sus hijas o su esposa, con la cual cumplió 15 años de matrimonio el pasado jueves, como lo revela su última publicación, la que solo tuvo buena onda en los comentarios. Jobet, al igual que Sichel, es bueno para el asado y para las fotos de comida.
El actual ministro de Obras Públicas (1,2 mil seguidores) tampoco le hace mucho empeño al Instagram. Ha hecho 37 publicaciones en lo que va del año y sube una par de fotos por semana desde marzo de 2019. Alfredo Moreno tampoco expone a su familia y sus publicaciones tienen más que ver con su trabajo que con su vida personal.