Velarde Hermanos, hoy en liquidación, espera llegar a un acuerdo con Canal 13 en la Corte Suprema, luego de haber sido indemnizada en otras instancias, previo a su cierre.
En marzo de 2019, una tradicional compañía del sector de consumo pidió su liquidación. Se trataba de Velarde Hermanos. La firma de Valparaíso, fundada en la década del 60, cesó sus operaciones tras reconocer pasivos por unos $ 11.600 millones.
El «cerro» de deuda estuvo explicado por varios factores. La empresa representaba en Chile a famosas marcas, como Pringles, Hersheys, Pillsbury, Betty Crocker y Old el Paso, y presentó un plan de liquidación en manos del abogado Nelson Contador.
De acuerdo a los documentos, la compañía tenía la distribución exclusiva de varias marcas internacionales, pero “en el último tiempo y por diversas circunstancias, Velarde Hnos. S.A. perdió esas representaciones, impactando de una forma irreversible para el cumplimiento de sus obligaciones».
A la empresa se le sumaron costos de indemnizaciones laborales, la pérdida de representaciones, el desarrollo de marcas propias de los supermercados y la ley de etiquetado –entre otros–, lo que, aseguraron en la propuesta, terminó de liquidar la empresa.
“Las pérdidas por este motivo fueron millonarias, pues se requirió contratar a más de 40 personas con dedicación exclusiva a ello, lo cual sumado al costo de las etiquetas, fueron generando más problemas aún en la caja de la compañía; ese mayor costo no era posible de ser traspasado a los precios de venta”, afirmaron entonces.
Pero un aspecto no menor también afectó al quehacer de la firma. Una contingencia que hoy cobra relevancia para los 208 trabajadores de la empresa que temen que la liquidación de los activos mermen, en parte, su indemnización laboral.
En el año 2013, Velarde era el partner en Chile del grupo español Deoleo, los dueños de la marca de aceite de oliva Carbonell. Antes de que Velarde quebrara, la comercialización de dicho aceite se fue a pique luego que el programa «Contacto» señalará, en un reportaje, que el producto en cuestión no era apto para consumo humano.
La empresa entonces, en conjunto con sus socios españoles, demandó al canal, controlado por Andrónico Luksic.
El diario Pulso relató en 2017 que la firma demandó a la estación televisiva por indemnización de perjuicios por alrededor de $4.000 millones. Los demandantes pedían que Canal 13 pagara por concepto de indemnización $1.863 millones a Deoleo S.A., y $2.501 millones a Velarde Hermanos.
Previo a su quiebra, Deoleo definió dejar el mercado chileno, lo que también afectó la situación de Velarde.
Con todo, a fines de 2017, la Corte de Apelaciones confirmó que el canal debería pagar «390 millones, cifra que debe ser pagada con reajustes e intereses hasta el día del pago efectivo, por lo que este monto debiese incrementarse».
Pero el juicio no se extinguió tras la quiebra de Velarde (y la salida de Deoleo de Chile). Por el contrario, hoy es un aspecto clave para los trabajadores de la firma.
Entre los principales acreedores de la empresa están Itaú, Santander y el Banco Internacional, los que hoy apuestan por llegar a un acuerdo con Canal 13, después que la estación recurriera de casación al máximo tribunal y que la Corte los llamara a una posible mediación, que se realizará hoy, por medio del ministro Arturo Prado Jaque.
El objetivo es conseguir un monto indemnizatorio importante, considerando que por la prorrata de la liquidación, esos dineros irían a pagar compromisos con los extrabajadores de la malograda empresa.
El reportaje del 13 y las posteriores reclamaciones civiles, también incluyeron a otras empresas. Entre ellas, el grupo transnacional Bimbo, dueño del pan Ideal.
Hace pocos días, dentro del mismo criterio, Canal 13 llegó a un acuerdo con la compañía, que originalmente había logrado una indemnización de $4.000 millones, luego rebajada a $ 1.000 millones.
El 27 de septiembre las partes informaron su “completo acuerdo” en el contexto de la millonaria demanda que rebatió los cuestionamientos a la calidad nutricional de algunos de sus productos.
El acuerdo fue celebrado por el hijo del empresario, Maximiliano Luksic, actualmente director ejecutivo del canal de televisión. “Ambas partes hicimos esfuerzos y por eso pudimos lograr un acuerdo muy satisfactorio. Como Canal 13 reafirmamos nuestro compromiso de llevar a nuestras audiencias la mejor información y con los más altos estándares de calidad. Además, estamos muy contentos por este resultado, porque nos permitirá retomar las históricas buenas relaciones con una gran empresa como Ideal. Con esto reabrimos nuevas líneas de comercialización, lo que ayuda a ambas marcas a mirar al futuro”, dijo el heredero de Quiñenco.
Los montos de dicho acuerdo se mantienen en total reserva, pero sientan precedente para la posibilidad de llegar a puerto en este caso.